Primicias24.com – En numerosos barrios del área metropolitana de Puerto Príncipe, la población levanta barreras gigantes en las entradas para impedir cualquier forma de invasión o ataque por parte de grupos armados que buscan nuevos territorios en un país asolado por una inseguridad sin precedentes desde 2018.
Hace casi un año, en abril de 2023, el barrio de Turgeau, a pocos kilómetros del Palacio Nacional, fue objeto de un sangriento ataque por parte de grupos armados que buscaron invadirlo y controlarlo.
Ese día, al menos una docena de presuntos bandidos fueron asesinados y luego quemados por la población enfurecida. Desde entonces, el barrio está a la defensiva, como muchos otros, en medio de la crisis general que afecta el país, agravada por los ataques de las bandas, que actualmente controlan el 80 % de la capital.
“Hemos levantado estas barreras por la falta de seguridad. Los bandidos ya han intentado apoderarse de la zona, pero los hemos repelido. Estamos vigilando”, dijo a EFE un residente de Turgeau cerca de una de las barreras metálicas.
Si la Policía existiera de verdad, no estaríamos pasando por lo que estamos pasando ahora. La Policía es una fuerza legal que deja que las fuerzas ilegales se apoderen cada vez más del territorio”, añade este joven veinteañero, muy pesimista sobre el futuro del país, que aguarda el despliegue de una misión multinacional, autorizada por la ONU, para asistir a la Policía.
Turgeau no es el único distrito que ha adoptado una estrategia defensiva de este tipo. Al menos una decena de barreras fueron detectadas por los periodistas de EFE en las entradas de varios barrios del área metropolitana de Puerto Príncipe, en particular en Tabarre, Delmas y Pétion-ville, transformando los barrios en pueblos en los que todas las entradas y salidas son examinadas con lupa.
Poco a poco, la situación ha ido cambiando: en algunas calles se han multiplicado los badenes, luego las barricadas, más tarde las barreras gigantescas y, en algunos barrios ya, auténticos muros levantados por personas abandonadas a su suerte.