Primicias24.com El exjefe paramilitar colombiano Salvatore Mancuso aseguró este martes al expresidente Álvaro Uribe que su regreso al país luego de pagar una condena por narcotráfico en EE.UU. no hace parte de ningún complot en su contra, como ha sugerido el exmandatario.
Mancuso, que fue jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), publicó una carta en la que señala que no es cierto que algunas personas hayan recibido llamadas suyas para conspirar contra Uribe, vinculándolo con los paramilitares y agregó que eso es algo «completamente alejado de la realidad».
«Quiero ser absolutamente claro: Mi retorno al país no guarda ninguna relación con conspiraciones, no tengo ningún interés en usted ni nada en contra suya, Dr. Uribe, o de quienes son o fueron sus aliados y apoyos económicos y políticos», dice la carta de dos páginas divulgada en X.
Salvatore Mancuso llegó el pasado 27 de febrero a Bogotá deportado de Estados Unidos para responder ante la Justicia por crímenes cometidos en los años del paramilitarismo y fue designado por el presidente colombiano, Gustavo Petro, como «gestor de paz» para mediar con el Clan del Golfo, grupo heredero de las AUC.
Tras el regreso de Mancuso al país, Uribe -que fue presidente de 2002 a 2010- ha dado varias declaraciones para desmarcarse del exjefe paramilitar acusándolo de mentir en su contra.
«Mancuso ha hecho un mérito de acusarme, de mentir, todo lo he enfrentado», expresó Uribe en una de esas declaraciones en las que recuerda que fue él quien lo extraditó a EE.UU. en 2008 junto con otros jefes paramilitares.
En la carta de hoy, Mancuso subraya que su regreso al país no tiene nada que ver con el expresidente: «Regresé porque soy colombiano y este es mi país. Pagué mi condena en Estados Unidos y renuncié a mi solicitud de protección internacional».
«Sus acusaciones, lejos de reflejar la verdad, continúan faltando a ella, y parecen ser el resultado de una desinformación continua o, peor aún, de una estrategia deliberada» de Uribe para supuestamente influir en «los magistrados con el objetivo de que se niegue mi solicitud de libertad y se solicite mi exclusión de Justicia y Paz», la ley que en 2006 permitió la desmovilización de los paramilitares.
Luego de su regreso a Bogotá, Mancuso fue recluido en la cárcel La Picota y quedó a disposición de la jueza de ejecución de sentencias de Justicia y Paz de la capital colombiana y del magistrado de Control de Garantías de Barranquilla (norte), que son las autoridades competentes para tomar decisiones sobre su libertad, según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
«Le pido públicamente que cese su campaña de alentar un linchamiento social y de volverme objetivo militar», concluyó el exjefe paramilitar.