Primicias24.com El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, entregó este viernes un conjunto de viviendas y reafirmó el apoyo del Gobierno federal al estado de Río Grande do Sul, que en mayo pasado fue azotado por unas graves inundaciones que dejaron al menos 182 muertos y un enorme rastro de destrucción.
“El Gobierno federal va a cuidar de que Río Grande do Sul no tenga nunca más una inundación”, declaró el líder progresista durante la entrega de las primeras 253 viviendas para igual número de familias de baja renta que perdieron todo por el desastre, que llegó a dejar bajo el agua a cerca del 80 % de los municipios de ese estado.
Según los datos oficiales, unas 500.000 personas aún no han podido regresar a sus residencias, muchas de ellas con serios daños estructurales, o las han perdido por completo y definitivamente.
Desde el inicio de la emergencia, el Gobierno ha aprobado multimillonarias ayudas financieras tanto para familias de bajos ingresos como para empresas, y anunciado fuertes inversiones para recuperar las infraestructuras de esa próspera región del país.
Sin embargo, el gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, de centroderecha, reclamó en la ceremonia de “las demoras” para la llegada de esos recursos financieros, y fue abucheado por muchos de los asistentes.