Primicias24.com.- Las autoridades de los Estados Unidos revocaron el pasado domingo una serie de sanciones previstas contra Colombia, luego de que el gobierno de esta nación accediera a recibir vuelos militares transportando a migrantes deportados, según una política instaurada por el presidente estadounidense, Donald Trump. La administración del presidente colombiano, Gustavo Petro, había negado inicialmente tal autorización, alegando supuestos maltratos a sus compatriotas.
El Ministro de Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, en una posterior rueda de prensa, confirmó que su país acepta los términos de la política de repatriación de atenuada de Trump, aseverando que el desacuerdo con Estados Unidos estaba resuelto. Agregó que Colombia seguirá acogiendo a los colombianos que regresen como deportados.
Este incidente surge como la primera confrontación entre Petro y Trump, quien asumió la presidencia en enero con promesas de un enfoque más riguroso hacia la migración irregular. Petro, defensor de los derechos de los migrantes, insistió en que estos deben ser tratados con la dignidad que merece cualquier ser humano.
Simultáneamente, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, alegó que Petro había inicialmente autorizado los vuelos pero luego revocó tal autorización en pleno tránsito de las aeronaves. Posteriormente, la expedición de visas en la embajada de Estados Unidos en Bogotá fue suspendida.
Por otro lado, Petro, aprovechó la coyuntura para recordar que más de 15,600 estadounidenses residen en Colombia sin la documentación pertinente, instándolos a regularizar su situación.
La administración de Trump ha deportado a migrantes irregulares a varios países, entre ellos Guatemala y Brasil, y ha planeado la deportación de millones de inmigrantes lo cual ha generado enfrentamientos con los gobiernos de América Latina, de donde se estima provienen la mayoría de los migrantes indocumentados en los Estados Unidos.
Por su parte, varios países latinoamericanos han prometido recibir a sus nacionales deportados, muchos de los cuales han vivido y trabajado en Estados Unidos por varios años. El gobierno de México anunció que planea abrir doce refugios para deportados bajo un esquema denominado «México te abraza», mientras que Honduras dijo que implementará un programa para acoger a los deportados denominado «Hermano ven a casa».