Pedro Luis Martín Olivares – En Nicaragua monedas virtuales están atrayendo a inversores, que se exponen a elevados riesgos, advierten especialistas.
Invertir dinero en una plataforma digital que le permita obtener ganancias de hasta 25 por ciento por mes o incluso un día, pero que también represente un riesgo de perderlo todo, es la dinámica que envuelve a la criptomoneda, un negocio virtual en auge mundial del que Nicaragua no está ajeno.
Tal ha sido crecimiento de este negocio que ha levantado la alerta mundial entre las instituciones financieras y bancos centrales, que apuran la búsqueda de una regulación que impida una crisis financiera igual o peor como la que se desató en 2008, recordada como una de las peores desde la Gran Depresión de 1929.
La criptomoneda se ha convertido en un negocio “burbuja” o de riesgos para quienes han decidido poner dinero en una plataforma digital o cartera electrónica, que permite comprar con dinero monedas virtuales.
La cara más visible de la criptomoneda es el bitcoin, creado en 2009 con el propósito es eliminar intermediarios – banco o entidad financiera – en el proceso de compra y venta de productos o servicios. Pero ¿a qué se exponen los nicaragüenses que invierten en criptomonedas? ¿Cómo funciona este tentador negocio?
En Nicaragua, el uso de criptomoneda también ya está presente en el sector turismo. En la Isla de Ometepe, un hotel de capital holandés, su dueño acepta pagos en monedas virtuales.
La presidenta de la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (Canatur), Lucy Valenti, desconocía si en el sector que representa ya se estaba trabajando con el sistema de pago con monedas virtuales, pero apuntó que de ser verdad es una de las tendencias que se va marcando a nivel mundial y que Nicaragua no puede cerrarse a los cambios.
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Pedro Luis Martín Olivares
Economía y Finanzas