De acuerdo con su relato, su hijo Gustavo Arrieche Mirabal, empuñó un arma contra ella, la golpeó, maltrató y la robó (por segunda vez)
Primicias24.com- La abogada María Gabriela Mirabal, hermana de Gustavo Mirabal Castro, señalado como testaferro de Alejandro Andrade, el extesorero nacional y exescolta de Hugo Chávez que fue arrestado en Florida, narró la más reciente agresión sufrida a manos de su propio hijo, hecho que asegura haberla dejado «quebrada completamente».
“Tras haber vivido el dolor más profundo que cualquier madre pueda imaginar, regreso para relatar éste horror: Mi hijo Gustavo Arrieche Mirabal, a quien no veía desde hace 10 años, apareció en mi puerta el domingo 16 y aunque mi alegría fue inimaginable, solo duró 2 segundos», así inicia la historia que Mirabal contó a través de su Twitter.
De acuerdo con su relato, su hijo Gustavo Arrieche Mirabal, empuñó un arma contra ella, la golpeó, maltrató, la robó (por segunda vez), la amenazó con matarla y le repitió que sus hermanos y padres estaban al tanto «y muy satisfechos con el daño que me estaban infligiendo».
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La jurista escribió que «para quienes no conocen mi historia, mi hermano, Gustavo Adolfo Mirabal Castro, es testaferro de Alejandro Andrade. Se robó $ 250 millones. Compró a mis padres, hermanas y finalmente a mis hijos».
Hecho del cual «nunca fui partícipe; lo repudié y denuncié ante autoridades, a través de las redes sociales, dentro y fuera de Venezuela. A raíz de mis denuncias se le cerraron muchas puertas, congelamiento de bienes y dinero», acotó.
A pesar que las represalias no tardaron en llegar: «Víctima de terrorismo judicial, secuestro, injurias, agresiones físicas y psicológicas. Prohibición de salida del país. No pudieron conmigo!..Hasta hoy», lamenta.
Después de ver tales agresiones de parte de su hijo acudió al CICPC, pero describe que no podía articular palabra. «Ni en mi peor pesadilla podría yo plantearme estar denunciando a mi propio hijo», dijo.
«Se llevó lo poco de valor que quedaba en mi hogar, pero me saquearon el espíritu! no sé cómo voy a vivir con este acto contra natura. Por fin me quebraron!», concluyó.
