Primicias24.com.- El fiscal general de la República, Tarek William Saab, hizo referencia nuevamente a las protestas surgidas tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, afirmando que las personas detenidas “no son presos políticos, sino criminales” pagados por los “Comanditos”.
Desde la sede del Ministerio Público (MP), aseguró que la oposición quiso “desencadenar en Venezuela una guerra civil”, y resaltó la rápida respuesta de los organismos de seguridad del Estado para evitarlo.
Saab reveló que una proyección del MP señala que, si las protestas hubiesen durado el mismo tiempo que las ocurridas en 2017, habrían ocurrido al menos 3.000 muertos en el país.
“Me parece antiético que se quieran presentar estos casos como si tuviesen un carácter político”, aseguró.
El fiscal informó que poseen 260 videos en donde se documenta “la acción lamentablemente violenta y criminal de estos actos vandálicos”.
“Estos videos muestran la realidad de estas acciones que en cualquier lugar del mundo, en cualquier continente, tendrían la condena unánime del 100% de la población”, afirmó.
Saab criticó a aquellos quienes tratan de “colocar como héroes” a los autores de estos hechos, y recordó que hasta el momento “no ha habido ni una sola denuncia de ningún familiar de alguna de estas víctimas” que vincule el hecho a alguna fuerza policial o algún agente del Estado venezolano.
De los 195 heridos durante las protestas del 29 y 30 de julio, 97 fueron funcionarios del Estado: 58 de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), 32 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y 1 del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Entre los 28 muertos señaló que cuatro fueron catalogados como crímenes de odio por el MP, y dos de ellos fueron oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb).