Saber distinguir cada una de estas problemáticas ayudará a los adultos a lidiar con las mismas en caso de que afecten a sus hijos
Primicias24.com- Muchos niños atraviesan por problemas nombrados como “parasomnias”, según psicólogos una etapa de su crecimiento que define su desarrollo psíquico.
Pero, existen dos problemáticas relacionadas con el tema, se trata de las pesadillas y los terrores nocturnos, ambos confundidos por la mayoría de los padres al ser dos eventos similares.
¡Conoce las diferencias!
En primer lugar, las pesadillas se manifiestan en horas tardías, por lo general, en la segunda mitad de la noche. A su vez, son sueños que generan sentimientos de mucha angustia y ansiedad y en ellos el niño se puede despertar con facilidad.
Entre otras características, el afectado se mueve en la cama y hace ruidos extraños mientras sueña.
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En ocasiones, el molesto rato puede prolongarse, incluso, después de despertarse y cuando despierta el pequeño se puede acordar de lo que soñó o al menos ciertos detalles.
Mientras que, los terrores nocturnos son menos frecuentes y se pueden resumir como episodios de miedo muy intenso e incluso terror que no están relacionados con un suceso determinado.
Además, el niño puede tener los ojos abiertos, murmurar, gritar, hablar, llorar, agitarse e incluso parecer que quiere huir de algo o alguien.
Estudios revelan que se activan características físicas como alta sudoración y respiración acelerada y más peligroso aún es que resulta muy difícil despertar al niño, casi imposible.
Al despertar, generalmente los niños no tienen ni idea de lo que soñaron.
Es importante aprender a distinguirlos con la finalidad de atender lo que molesta a sus hijos en caso de que sean afectados.
