Fue el primer emperador romano y su mandato estuvo lleno de contradicciones
Primicias24- Cayo Julio César Octaviano, conocido a lo largo de la historia como Julio César, falleció el 19 de agosto del año 14 d.C., a la edad de 76 años, debido a que sufría una enfermedad desde sus primeros años como emperador de Roma, lo que llevó a César Augusto a elegir rápidamente a su sucesor.
César Octaviano logró en poco tiempo alzarse como uno de los tres hombres más poderosos de la República, y de esta manera se posicionó en solitario como Princeps (primer ciudadano de Roma), siendo considerado hijo de un dios. No obstante, la extraña enfermedad que le aquejaba le recordaba constantemente que era mortal.
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Hasta la fecha, los médicos e investigadores que estudian el fallecimiento del primer emperador de Roma debaten acerca de las causas del deceso, algunos lo relacionan con afección hepática, aunque no descartan la posibilidad que fueran un conjunto de distintas dolencias, que no tenían relación entre sí.
César Augusto nació el 23 de septiembre del año 63 a.C., hijo de Cayo Octavio, quien era pretor de Macedonia y de una sobrina de Julio César. A los cuatros años queda huérfano de padre y su progenitora contrae matrimonio con Lucio Marcio Filipo, ex gobernador de Siria. No obstante, fue criado por su abuela materna, Julia César la menor, y su tío Julio César decide adoptarlo en el 45 a.C. convirtiéndolo en su heredero.
Formó el segundo triunvirato junto a Marco Antonio Lépido, pero tiempo después este se dividió a causa de las ambiciones de sus creadores, por ello César Augusto finalmente se consolida como único gobernante del imperio romano en el año 31 a.C., para el 27 a.C. el senado le proclama emperador y es cuando recibe el título de Augusto.
Sin embargo, para llegar al poder tuvo que combatir contra Marco Antonio, para ello contó con el apoyo de Cicerón y los republicanos del senado y de grandes financieros, por lo que pudo costear su propio ejército. Tras vencerlo exigió al senado nombramiento de cónsul pero este le fue negado porque solo tenía 20 años.
El rechazo hizo que Augusto marcha sobre Roma y toma el poder debido a que las tropas que fueron enviadas en su contra decidieron apoyarlo. Después logró ser nombrado cónsul y se le otorgaron poderes extraordinarios. En el 31 a.C. venció a las fuerzas aliadas de la reina de Egipto Cleopatra y su amante Marco Antonio, lo que permitió que se consolidara como único gobernante de Roma.
En su juventud obtuvo diversos reconocimientos y cargos como recompensa por su defensa de la República, pero eso cambió cuando se convirtió en emperador, e incluso llegó a ser catalogado como el verdugo del período republicano, era reconocido por ser capaz de asesinar a sus enemigos en masa, robar la esposa a otro hombre o incumplir las leyes que decía representar en su beneficio.