El director general de TikTok, Shou Zi Chew, ha sido interrogado este jueves en el Capitolio en busca de respuestas sobre los riesgos que la popular red social de videos implica para la seguridad nacional de EE.UU.
La aplicación, que cuenta con más de 150 millones de usuarios estadounidenses, se ha enfrentado a un creciente escrutinio por parte de funcionarios de Washington que temen que los datos de los usuarios puedan caer en manos del Gobierno chino y sean usados como un arma de propaganda.
La audiencia comenzó con unas fuertes declaraciones de la presidenta de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Cathy McMorris Rodgers, quien inmediatamente expresó su apoyo a la prohibición de la plataforma. “No confiamos en que TikTok abrace nunca los valores estadounidenses”, dijo la congresista. “TikTok ha elegido repetidamente el camino de más control, más vigilancia y más manipulación. Su plataforma debería ser prohibida”, añadió.
os defensores de la prohibición de la aplicación en EE.UU. afirman que ByteDance, la empresa matriz de TikTok con sede en China, podría verse obligada a compartir los datos de los usuarios con el Partido Comunista Chino. Por lo que la Casa Blanca exigió la semana pasada a ByteDance que venda su participación en la aplicación.
“Son 150 millones de estadounidenses sobre los que Partido Comunista Chino puede recopilar información sensible y controlar lo que finalmente vemos, oímos y creemos”, indicó