Un postre estupendo para grandes y pequeños en cualquier ocasión
Primicias24.com- La tarta de queso sin horno, es un clásico entre muchos postres. Se trata de un dulce frío que resulta una estupendo para cumpleaños y reuniones en general. Es muy fácil de hacer y sus ingredientes son fáciles de obtener.
Lo que necesitas:
100 Gramos de galletas tipo María
50 Gramos de mantequilla
500 Gramos de queso crema tipo Philadelphia
500 Gramos de nata
100 Gramos de azúcar
1 Sobre de cuajada para postres
250 Gramos de mermelada de fresa
Cómo se hace:
Preparar la base del pastel
Se deben triturar las galletas con la ayuda de una batidora, para posteriormente añadir la mantequilla derretida y mezclar con una cuchara. Al final, tiene que quedar una textura similar a la de la arena húmeda.
Introducir la mezcla en un molde desmontable.
Una vez hecho, aplastar con un vaso o una cuchara. Debe quedar bien compacto y sin huecos libres. Especialmente por los bordes. La base será la que sujete la tarta de queso sin horno.
Meter en la nevera antes de dar el siguiente paso.
Preparar la tarta en sí:
En una cazuela, colocar el queso crema, la nata y el azúcar. Ir mezclando mientras se calienta a fuego lento. Que no llegue a hervir. La idea es que los ingredientes se derritan y se integren bien entre sí.
Añadir el ingrediente que hará que cuaje.
Es el turno de añadir la cuajada.
Volver a mezclar brevemente.
Verter la mezcla obtenida en la base de galletas.
La tarta de queso sin horno ya va tomando forma. Verter esta mezcla sobre la base de galleta que se había preparado y que deberá ya estar algo fría y más compacta, después de haber estado en la nevera.
Dejar reposar a temperatura ambiente unos 10 minutos.
Esperar que cuaje por completo. Cuanto más tiempo, mejor.
Pasados 10 minutos de reposo, se devuelve la tarta a la nevera. Ahora se deja allí hasta que cuaje por completo. Mínimo 4 horas, pero si se dejas un día entero, mejor. Estará más rica y se habrá asentado mejor.
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Finalmente, tan sólo queda untarla por la superficie con mermelada de fresas o frambuesas. Si cuesta un poco, se puede calentar para licuarla más.
Sólo queda verterla en la superficie. Esperar a que vuelva a enfriar y desmoldar.