Primicias24.com- El Gobierno neerlandés ha acordado este lunes varias medidas con las empresas energéticas de Países Bajos para reducir la factura del consumo de los hogares en noviembre y diciembre, y para que no corten la energía a quienes no puedan pagarla este invierno, al tiempo que promete hacerse cargo de parte del coste desde enero.
Los detalles del acuerdo alcanzado se conocerán mañana, pero según adelanta ya la televisión pública NOS, habrá un precio máximo al consumo energético de los hogares, y a partir de enero, el gobierno se hará cargo de parte de la factura para evitar que cerca de un millón de neerlandeses en riesgo de pobreza se queden sin energía en sus casas este invierno.
El plan es que, a partir de enero, todos los ciudadanos paguen una primera parte del consumo de electricidad y gas como máximo al precio del pasado mes de enero, cuando todavía no había estallado la guerra en Ucrania, y el resto a precio de mercado, lo que marcará una gran diferencia para los hogares más pequeños.
El precio máximo de las facturas de energía se basará en el consumo, y no en los ingresos.
Se espera que el gobierno asuma la media de consumo de energía por año: unos 1.169 m3 de gas y 2.479 kWh de electricidad, según la consultora neerlandesa Milieu Centraal, aunque todavía no está clara la cantidad exacta que le costará este esquema al ejecutivo.
La idea es aprovechar también los miles de millones que gana el gobierno a través de los impuestos sobre la energía, dada la subida de los precios, así como de las ganancias del gas que se extrae del suelo y el mar en Países Bajos.
Los proveedores de energía tampoco pueden cortar la electricidad o el gas a los hogares este invierno por problemas de pago, y les darán un periodo de gracia de seis meses.
Además, el gobierno busca que las empresas vuelvan a ofrecer contratos de energía plurianuales a los clientes para que sepan cuál es su posición futura.
Las compañías energéticas han cancelado este tipo de contratos porque ya no les rentaba debido a la subida de precios y sólo admiten tarifas variables ajustadas al precio de mercado, lo que supone mucha incertidumbre para los clientes.
Estas medidas se suman a la rebaja del impuesto energético ya anunciada para el próximo año y al recargo energético de 1.300 euros al año para personas con renta mínima.
