Primicias24.com El presidente de Surinam, Chandrikapersad Santokhi, prohibió este viernes la distribución de un libro escrito por el empresario holandés, Gerard van den Bergh, que denuncia corrupción al más alto nivel en el país.
“Todo lo que es negativo, es difamación, es calumnia. A algunos surinameses les parecerá maravilloso”, subrayó el mandatario.
A través de su abogado, Gerold Sewcharan, el presidente surinamés envió un escrito a la editorial y a una librería exigiendo la retirada inmediata del mercado del libro titulado ‘Corruption at the Highest Level’ (Corrupción al más alto nivel, en español).
El libro del empresario holandés trata sobre la dificultad de hacer negocios en el país y en la portada aparece una foto de Santokhi; del ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Parmanand Sewdien, y del empresario Vijay Kirpalani.
La cuestión se planteó en la Asamblea Nacional el jueves por la noche, cuando la legisladora de la oposición Ann Sadi expresó su conmoción por la publicación, señalando que es perjudicial para el entorno empresarial del país.
“Esto es inaceptable a nivel nacional e internacional, presidente. No podemos permitirlo. Así que creo que el presidente debería darnos una respuesta”, dijo Sadi.
“Nosotros como país, señor presidente, nosotros como surinameses desaprobamos que los extranjeros nos traten de esta manera. Lo que pido a los surinameses es una actitud firme”, añadió la legisladora.
En su libro, Van den Bergh afirma que el éxito de hacer negocios en Surinam depende no sólo de una red personal, sino también de la protección política.
También alega, entre otras cosas, que las leyes y normativas de Surinam están supeditadas a los caprichos de los políticos.
El abogado del presidente pidió en un documento al tribunal que apruebe la retirada del libro del mercado local y que, de no hacerlo, se emprendaraán acciones legales contra la librería.
El Ministerio Público de Surinam informó el 19 de enero que emitió una orden de arresto internacional contra el expresidente Desi Bouterse, luego de que se ausentara por segunda vez a una prisión local para cumplir su pena de 20 años por los asesinatos de opositores políticos en 1982.
