Primicias24.com La escasez de defensas aéreas convencionales obliga a Ucrania a encontrar soluciones innovadoras, como los pequeños drones kamikaze que dan caza a los drones de reconocimiento rusos que contribuyen a detectar y destruir objetivos más allá del frente, entre otras funciones.
Cada día, Rusia lanza docenas de drones de reconocimiento que se han convertido en una seria amenaza para Kiev en los últimos meses, pues guían a misiles y drones kamikaze que golpean objetivos ucranianos como aeródromos, defensas aéreas y otros equipamientos bélicos.
En algunos casos, como el ataque contra el aeródromo de Mirgorod en julio, estos drones fueron capaces de sobrevolar sus objetivos durante horas, antes de guiar hasta ellos misiles rusos de tipo Iskander, S-300 o S-400 o drones kamikaze tipo Lancet.
Por su parte, las unidades ucranianas carecían de los recursos para detectarlos o derribarlos, ya que los escasos y preciados misiles disponibles debían ser reservados para repeler amenazas más prioritarias.
Drones baratos al rescate
Una iniciativa conjunta de unidades del ejército ucraniano, productores y voluntarios civiles ha ayudado recientemente a cambiar las tornas a favor de Ucrania, logrando interceptar más de un centenar de estos drones.
Los drones FPV modificados, guiados de forma manual por un piloto desde el suelo y cargados con kilos de explosivos que detonan en el momento del impacto, han proporcionado una solución tanto a la escasez de defensas aéreas y de munición, como a su elevado coste.
«Son una herramienta relativamente barata y eficiente», dijo a EFE el analista militar Oleksandr Kovalenko.
Según el experto, algunos drones FPV tienen dificultades para alcanzar las altitudes a las que operan los drones rusos, a entre tres y cinco kilómetros sobre el nivel del suelo.
Esto implica que primero son transportados por otro dispositivo hasta la altura adecuada y después lanzados para dar caza al dron enemigo, contra el que embisten o impactan para destruirlo con una explosión.