Primicias24.com- El Discurso del Presidente Nicolás Maduro Moros al recibir la LEY ANTIBLOQUEO para refrendarla describe la situación política del momento y trata de fortalecer las fuerzas leales a la Revolución Bolivariana.
Antecedido por las palabras del Economista Jesús Faría, quien con un análisis excelente define al proceso como victorioso en lo militar, en lo político, en lo diplomático, pero con una materia pendiente, lo económico y el padecimiento del pueblo.
A mi entender, nada menos importante debe debatirse en el seno de la Revolución Bolivariana en este momento. El dilema es cuál camino seguir entre dos vías, entre dos modelos, para resolver la producción de los indispensables bienes necesarios para el sustento del pueblo, una ruta conducida a favor del Capital y la otra dirigida por la lógica del trabajo productivo. Es la contradicción fundamental del capitalismo y debe resolverse a favor de los trabajadores para superar este modo de producción y transitar hacia el socialismo. Un cultor del pensamiento de nuestro Robinson ha transcrito una de sus frases:
“Toda Revolución Política, pide una Revolución Económica”
Simón Rodríguez.
Ninguna afirmación más pertinente para describir la situación actual de agotamiento del modelo rentístico basado en la exportación de hidrocarburos, agotamiento de la renta más no del modelo que tiene unos cuantos añorantes.
El Presidente de la ANC, Capitán Diosdado Cabello Rondón, primer vicepresidente del PSUV, contrapone este instrumento jurídico al Decreto Obama que inició el asedio abierto contra la Revolución Bolivariana; porque los obstáculos al proceso de avance de los pueblos los hace el imperio abiertamente todo el tiempo. Venezuela no es la excepción desde que Hugo Chávez Frías ascendió al poder.
El discurso comentado no tiene el calibre de “Tengo un sueño” de Luther King, discurso paradigmático por su reclamo incluyente, lanzado hace más de 50 años por un mártir de las luchas por los derechos civiles. Pero si alcanza la trascendencia del ofrecimiento de “Sangre, Sudor y Lágrimas” de Churchill en el cisma del fin del dominio del imperio inglés.
Esta ley Antibloqueo puede compararse, salvando las distancias, con la importancia que tuvo el Decreto de Guerra a Muerte firmado por Bolívar. No es común recordar las palabras del Libertador al promulgarlo, no recuerdo alguna fuente al respecto. Más es un paradigma jurídico por razones dadas por los historiadores: dio “orden” a las hostilidades, a la confrontación bélica; delimitó las líneas enemigas debido a que los soldados de ambos ejércitos eran los mismos seres de carne esclava y mestiza, inteligentemente Bolívar recurrió al gentilicio …” aunque seáis inocentes” para ese propósito; y además permitió ahorrar balas y bastimentos para resolver un asunto clásico de escasez económica.
Para concluir, es importante señalar que la crisis económica tan profunda y prolongada que sufrimos en Venezuela no es causada por falta de disposición política, tampoco ocurre por falta de conocimiento del equipo económico como muchos dicen; mucho menos por carencia de recursos, que los hay secuestrados por el imperio y sus colaboradores internos. La producción de los bienes necesarios para reponer la fuerza de trabajo del pueblo, debe hacerse con un nuevo modelo que favorezca, que induzca, a la organización del poder popular a favor de la cultura del trabajo. Pero los esfuerzos productivos del pueblo organizado en comunas, en cooperativas productivas, en sindicatos con disposición a dirigir empresas, esos esfuerzos están aún dispersos, desorientados, débiles, desarticulados.
Me parece que Nicolás Maduro Moros debe hacer mayor énfasis en la necesidad de modificar el modelo económico postrentistico, orientarlo a construir un poderoso mercado interno de bienes y servicios adquiridos por los trabajadores con el fruto de su propio trabajo, remunerando la productividad laboral.
A modo de postdata y elemento para el análisis, es la alusión a los métodos de la “izquierda solitaria como la 1”, que dijo ayer el Presidente Nicolás Maduro. Y de allí venimos un contingente importante de luchadores por esta Revolución. Eso sí, diferenciados por el mandato de “luchar allí donde están las masas” y construir la unidad del pueblo. No somos la minoría egoísta que se dijo. Somos la esencia misma del pueblo, somos conciencia revolucionaria.
Artículo escrito por Marcial Arenas
