Primicias24.com- Los padres deben tener presente que los niños aún no han desarrollado en totalidad su sistema inmunológico, por lo que pueden contraer fácilmente las infecciones u otras partículas dañinas en el aire.
Uno de los principales síntomas o indicios de que el infante padece de cara a una infección, cuadro viral o la reacción de que algo no va bien en su cuerpo es la fiebre.
Comúnmente es tratada en casa con los medicamentos pertinentes pero también existen remedios caseros que ayudan a que los niveles de temperatura bajen más rápido.
El agua es uno de los mayores aliados de los padres. Los líquidos hacen que el niño baje su temperatura corporal, que a su vez, lo ayuda a reponer fuerzas si está sudando mucho.
Algo tan simple como compresas o pañitos mojados en agua natural es uno de los remedios caseros más utilizados, son puestos en la frente y otras zonas en el cuerpo del niño.
Según el portal web Panorama.com.ve, cuando se tiene al niño fatigado por la fiebre, lo recomendable es ubicarlos en una zona neutral, es decir, ni mucho frío, ni mucho calor.
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