Primicias24.com- Un científico británico se propuso a responder con una de las interrogantes más polémicas de la evolución de la sexualidad humana y tiene que ver con la existencia del orgasmo femenino, ¿para qué existe?
El orgasmo femenino no es necesario al momento de procrear, a diferencia del esperma en los hombres; además, la mayoría no siempre suele estimular lo suficiente el clítoris de su pareja para que puedan llegar al címax.
Sin embargo, los científicos dieron a conocer dos hipótesis que pueden responder a la pregunta de la función del orgasmo femenino y su órgano responsable: el clítoris.
La primera dice que el orgasmo femenino evolucionó para ayudar a seleccionar la mejor pareja, mientras la segunda afirma que es un mero subproducto del orgasmo masculino que ya no tiene ninguna función evolutiva, como los pezones de los hombres, revela Sputnik.
El portal web de la agencia rusa destaca que tal vez puede existir una tercera explicación al respecto, por lo que Roy Levin, biomédico británico destaca que el clítoris sí tiene un papel clave dentro de la fertilización femenina.
Luego de haber analizado una serie de investigaciones recientes, el científico sostiene que el clítoris existe tanto para el disfrute como para la reproducción, pues antes de que éste órgano alcance el cenit del placer sexual, activa todos los principales sistemas cerebrales incluyendo las áreas involucradas en la excitación, la recompensa, la memoria, la cognición y el comportamiento social.
Sputnik señala que esta actividad cerebral conduce a cambios en los genitales, como son el aumento del flujo de sangre y oxígeno, lubricación y crecimiento de la temperatura, por lo que una vez que se acerca al orgasmo, la parte externa de la vagina también puede formar una plataforma orgásmica, levantando el útero para acomodar los espermatozoides.
Así, el cuerpo femenino se prepara para la reproducción, asegurando el mayor potencial de fertilización pues los cambios en la forma del cuello uterino impiden que el semen se desplace demasiado rápido hacia el útero, lo que permite que el esperma se fortalezca y sea más móvil.
