Primicias24.com- El consumo de pescado en España pasa por un minucioso control sanitario antes de llegar a los establecimientos donde suele ser vendido, pero esto no es excusa para que haya escuelas que retiraran del menú a tres tipos de peces específicos.
Y es que desde hace unos cuantos años, en España surgió un debate que implicaba el consumo de ciertos peces que se encuentran bastante lejos de las costas españolas y que al venderse, su precio es asequible al consumidor.
“La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) se ha pronunciado en reiteradas ocasiones asegurando que todos los pescados importados que se comercializan en España han pasado todos los controles necesarios por parte de las autoridades sanitarias y cumplen con los requisitos de la Unión Europea”, aseveró ante esto Mónica Pascual Arce, profesora de Nutrición de la Universidad CEU Cardenal Herrera, de Valencia.
A continuación te presentaremos una lista con los pescados que han sido retirados de comedores escolares y sus principales características.
Panga
El panga (Pangasius hypophthalmus) es un pescado blanco de agua dulce de origen asiático que llega a medir 1, 5 metros y pesar más de 40 kilos. Se cría en piscifactorías y se importa masivamente desde Vietnam.
Su consumo es muy atractivo por su bajo coste, sabor suave y presentación en filetes sin piel ni espinas.
Algunos estudios han detectado en este pescado niveles de mercurio superiores a los permitidos.
Tilapia
El Oreochromis niloticus es un pescado blanco de agua dulce que puede medir 60 centímetros y pesar 4 kilos.
China es el principal productor de tilapia en piscifactorías, con algo más de 42 por ciento de la producción mundial.
De este pescado también se pueden extraer filetes de buen tamaño y con pocas espinas. Al igual que el panga, tiene un alto impacto ambiental y su valor nutricional es escaso.
Perca del Nilo
La perca del Nilo (Lates niloticus) es originaria de Etiopía y puede alcanzar los 2 metros de longitud y los 200 kilos de peso.
Se ha detectado un fraude en algunos restaurantes, que la hacen pasar por mero. Su aspecto puede ser similar, pero desde luego no lo es ni su sabor, ni sus propiedades nutricionales, ni el impacto ambiental que genera.
De hecho, este depredador cambió totalmente el ecosistema del lago africano Victoria cuando se introdujo por razones comerciales.
A pesar de estos datos, la doctora en Farmacia, profesora de Nutrición en la Universidad Isabel I y autora del blog Boticaria García, Marián García, resalta que este tipo de pescado “contiene, en general, menos cantidad de ácidos grasos esenciales –como los omega 3- y un menor porcentaje de proteínas”, por lo que asegura que “no debería ser la opción preferente de los comedores escolares, pero no hay que asustarse si los vemos en el menú”.
