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Salud

El Ajo: Mucho más que un ingrediente de cocina

El ajo es cultivado desde tiempos inmemoriales por el hombre, y se cree que es originario del Suroeste de Siberia

Primicias24.com.- El ajo es un ingrediente esencial en las cocinas alrededor del mundo, sobre todo en Latinoamérica, posee un sabor fuerte, azufrado y un olor intenso, que condimenta muchos platos exquisitos, por ello de una u otra manera todo el mundo lo conoce, pero además de ser un condimento popular, este es utilizado en la medicina natural por sus diversas propiedades y beneficios para la salud. En los últimos 30 años se han realizado numerosos estudios, tanto in vitro como in vivo, sobre la química y las propiedades farmacológicas del ajo. De esta manera, actualmente están documentadas muchas de sus propiedades, entre las que destacan su acción antioxidante, hipolipemiante, antiaterogénica, antitrombótica, hipotensora, antimicrobiana, antifúngica, anticarcinogénica, antitumorogénica e inmunomoduladora. Todas estas propiedades farmacológicas se atribuyen principalmente a sus componentes azufrados, y como si fuera poco, es uno de los pocos remedios de la medicina natural que no tienen efectos colaterales o riesgos de toxicidad conocidos.

El ajo es cultivado desde tiempos inmemoriales por el hombre, y se cree que es originario del Suroeste de Siberia. Era muy apreciado por egipcios, griegos y romanos, que lo consideraban una excelente medicina. Actualmente se consume en todo el mundo, siendo cultivado sobre todo en Asia. Los principales países productores son China, India, República de Corea y Egipto.

El origen del cultivo del ajo por el hombre es muy antiguo, y no se sabe con seguridad de dónde procede. Se sabe que era utilizado en la India en el siglo VI a.C., aunque la mayoría de los autores indican que es originario del Suroeste de Siberia. En las pirámides egipcias existen pruebas de su consumo y cultivo, y fue muy apreciado por los romanos y los griegos. En la Edad Media el ajo fue considerado remedio y protección contra las pestes y epidemias. A partir del siglo XVII el ajo fue consumido sólo por las clases bajas, ya que la alta sociedad lo rechazaba por su olor. En la actualidad es muy apreciado como condimento, y se cultiva en casi todo el mundo, principalmente en Asia, donde se obtiene más del 80% de la producción mundial. Los principales países productores son China, India, República de Corea y Egipto.

Nombre científico: Allium sativum

Descripción

Es una planta perenne con hojas planas y delgadas, de hasta 30 cm de longitud. Las raíces alcanzan fácilmente profundidades de 50 cm o más. El bulbo, de piel blanca, forma una cabeza dividida en gajos que comúnmente son llamados dientes. Cada cabeza puede contener de 6 a 12 dientes, cada uno de los cuales se encuentra envuelto en una delgada capa de color blanco o rojizo. Cada uno de los dientes puede dar origen a una nueva planta de ajo, ya que poseen en su base una yema terminal que es capaz de germinar incluso sin necesidad de plantarse previamente. Este brote comienza a aparecer después de los tres meses de cosechado, dependiendo de la variedad y condiciones de conservación. Las flores son blancas, y en algunas especies el tallo también produce pequeños bulbos o hijuelos.

Variedades: Existen, fundamentalmente: el de cáscara blanca y el ajo violeta. Entre las variedades sembradas de acuerdo con las regiones naturales destacan: en la sierra, el ajo morado que se siembra en Arequipa, Cajamarca, Ancash y Huánuco. Cuenta con las siguiemtes características: un bulbo de 20 dientes con un diámetro promedio de 50 milímetros y un período vegetativo de 6 meses. En la costa, el Napurí (color violáceo) y el Massone (cáscara blanca) que se cultiva en Majes (Arequipa), cañete y Barranca (Lima). Su bulbos tienen menos de 20 dientes con un diámetro promedio de 40 milímetros y un período vegetativo de 5 meses.

Clima apropiado: Se desenvuelve en forma apropiada en climas que van de templado a cálido con baja humedad relativa. En las primeras etapas de su desarrollo requiere temperaturas entre 10 y 14 ºC y en la fase de madurez sus necesidades fluctúan entre los 18 y 22 ºC.

Composición química

El 50-60% del bulbo del ajo se compone de agua. Adema el ajo contiene numerosos componentes activos, de entre los que destacan sus compuestos azufrados. Si el bulbo está intacto y fresco, el componente mayoritario identificado es la aliína o sulfóxido de S-alil-cisteína (aminoácido azufrado). La aliína es una sustancia inodora e inestable, pero, además de ésta, en el bulbo intacto se encuentran otros compuestos azufrados solubles en medio acuoso, como son los sulfóxidos S-metil-L-cisteína y S-propenil-S-cisteína, S-glutatión, g-glutamil-S-alil cisteína, y g-glutamil-S-alil-mercapto-L-cisteína.

Además, en el bulbo de ajo se encuentran sales minerales (selenio), azúcares, lípidos, aminoácidos esenciales, saponósidos, terpenos, vitaminas, enzimas, flavonoides y otros compuestos fenólicos. También se considera que contiene aceite esencial (debido a la formación de los compuestos azufrados volátiles)

Componentes del ajo

Fitoquímicos    Nutrientes
alicina    Calcio
beta-caroteno    Folato
beta-sitosterol    Hierro
ácido cafeico    Magnesio
ácido clorogénico    Manganeso
Diail disulfida    Fósforo
ácido ferúlico    Potasio
geraniol    Selenio
quemferol    Zinc
Linalool    Vitamina B1 (tiamina)
ácido oleanólico    Vitamina B2 (Riboflavina)
ácido P-cumárico    Vitamina B3 (Niacin)
floroglucinol    Vitamina C
ácido fítico
quercetina
Rutina
S-Allyl cisteina
saponina
ácido sinápico
estigmasterol
Aliina
Fuente:  Balch, Phyllis A. (2000). Prescription for Nutritional Healing, 3rd ed. New York: Avery. p. 97.

Propiedades y Beneficios para la Salud

Actividad antioxidante

En numerosas investigaciones realizadas in vitro e in vivo (en animales) se ha demostrado que el ajo fresco y muchos de sus preparados poseen efecto antioxidante. Se ha visto que son eficaces para inhibir la formación de radicales libres, refuerzan el mecanismo de captación de radicales endógenos, aumentan las enzimas antioxidantes celulares (p. ej., la superóxido dismutasa [SOD], catalasa y glutatión peroxidasa), protegen las lipoproteínas de baja densidad de la oxidación por los radicales libres e inhiben la activación del factor nuclear Kappa B (factor de transcripción inducido por oxidantes).

Parece ser que aunque prácticamente todos los componentes del ajo poseen actividad antioxidante, los componentes con mayor capacidad podrían ser S-alil-cisteína y alicina, y también se sugiere que el efecto antioxidante es dependiente de la dosis y el tiempo.

Las propiedades antioxidantes del ajo y sus componentes son de gran interés en relación con sus efectos antiaterogénico, antihepatotóxico y anticancerígeno.

Actividad hipolipemiante y antiaterogénica

Actualmente está muy bien documentado que el ajo y sus componentes presentan un efecto positivo sobre la hipercolesterolemia, lo que disminuye los valores de colesterol total y de colesterol LDL. Se supone que el efecto reductor del colesterol está relacionado con la dosis administrada. Entre los mecanismos de acción propuestos, se incluye la inhibición de la biosíntesis del colesterol al inhibir la actividad de enzimas, como la hidroximetilglutaril-coenzima A reductasa (HMG-CoA) y la lanolesterol-14-dimetilasa. El ajo y sus componentes también poseen efecto antiaterogénico y antiaterosclerótico.

Actividad antiagregante y fibrinolítica

Se han comprobado también propiedades inhibitorias de la agregación plaquetaria del ajo, tanto in vitro como in vivo (en animales). Se supone que el ajo contiene más de un inhibidor de la agregación y de la liberación plaquetarias. Se considera que la alicina es el inhibidor principal, aunque algunos autores atribuyen esta propiedad a los ajoenos. Dentro de los mecanismos de acción propuestos para este efecto antiagregante, se incluye la inhibición de la síntesis de tromboxano a través de la inhibición de la ciclooxigenasa y la lipooxigenasa, y el efecto inhibidor sobre receptores plaquetarios de ADP, colágeno y fibrinógeno.

Ciertos componentes del ajo afectan también a los procesos que preceden a la agregación plaquetaria, como la activación de los trombocitos.

En diferentes ensayos clínicos se demuestra que el efecto antitrombótico (aunque poco potente) del ajo, puede tener una incidencia importante al potenciar la actividad antiagregante de otros fármacos y por ello ser causa de interacciones medicamentosas y originar efectos adversos.

Actividad antihipertensiva

Se han publicado diversos ensayos clínicos que demuestran el efecto hipotensor del ajo, generalmente utilizado en dosis de 600-900 mg/día. Las reducciones en la presión arterial son moderadas. Este efecto antihipertensivo probablemente se debe a su efecto vasodilatador. Además, en cultivos de células endoteliales se ha comprobado que un extracto acuoso de ajo fresco inhibe de manera eficaz la actividad de la adenosina desaminasa (ADA), lo que puede contribuir a la actividad antihipertensiva y a los efectos vasoprotectores del ajo.

Actividad antimicrobiana y antifúngica

Se ha demostrado, in vitro, que la alicina es activa contra bacterias grampositivas y gramnegativas, aunque en esta acción parece que también contribuyen los ajoenos y el trisulfuro de dialilo. El ajo es, además, antifúngico, ya que ha demostrado su actividad frente a Candida y otros hongos, con una eficacia similar al clotrimazol en la eliminación de los síntomas clínicos de la candidiasis oral.

Actividad anticarcinogénica y antitumorogénica

Estudios epidemiológicos y ensayos realizados en animales han demostrado que el consumo de ajo ejerce un efecto protector que reduce la incidencia de determinados tipos de cánceres, como el gástrico, colorrectal, de mama, cervical, etc. El efecto anticancerogénico parece deberse a diversos mecanismos, como ser captador de radicales libres, incrementar los valores de glutatión, incrementar o modular la actividad de enzimas como glutatión-S-transferasa, catalasa, mecanismos de reparación de ADN, prevención del daño cromosómico, etc. Puede consultar: Thomson, M.; Ali, M. (2003). «Garlic [Allium sativum]: A Review of its potential use as an anti-cancer agent». Current Cancer Drug Targets. Para más información.

Actividad inmunomoduladora

Estudios in vitro e in vivo han demostrado que el ajo tiene varios efectos que aumentan la inmunidad, como la estimulación de la proliferación de linfocitos y la fagocitosis de macrófagos, así como la estimulación de la liberación del interferón gamma. También se ha demostrado que el ajo y sus componentes aumentan la actividad de las células asesinas naturales.

Indicaciones

El ajo tiene propiedades diaforéticas, expectorantes, antiespasmódicas, antisépticas, antimicrobianas, hipotensivas y antihelmínticas y es un promotor de la leucocitosis. Tradicionalmente se ha utilizado en el tratamiento de bronquitis crónica, catarros, asma bronquial y gripe. También se ha utilizado para tratar la aerofagia, dispepsias, espasmos abdominales y amenorrea. Tópicamente se ha utilizado para el tratamiento de callos, verrugas, otitis, artritis, artralgias, neuralgias o ciática.

Sin embargo, el uso actual del ajo y de sus preparados se centra en su acción antihipertensiva, antiaterogénica, antitrombótica, antimicrobiana, fibrinolítica, preventiva del cáncer e hipolipemiante. Así, por ejemplo, la Comisión E alemana indica su empleo en hiperlipidemias, arteriosclerosis, hipertensión arterial y en la prevención de problemas vasculares relacionados con la edad.

En cuanto a las dosis recomendadas, a pesar de que la dosis eficaz todavía no ha sido bien determinada, en general se recomienda para un adulto una dosis de unos 4 g al día de ajo o 300 mg de ajo pulverizado encapsulado (valorado en 1,3% de aliína o 0,6% de alicina) dos o tres veces al día o 7,2 g de extracto de ajo envejecido al día.

Cultivo en el jardín o en maceta

Puede cultivar el ajo a partir del bulbo entero o de los dientes de ajo individuales. Con el bulbo, el cultivo lleva un año más.

Los dientes de ajo deben plantarse a unos 15-20 cm de profundidad en el jardín. De estos crecen nuevos bulbos, que se pueden recolectar cuando están verdes (ajo fresco) o secos. Diremos que están secos cuando se haya secado un tercio de las hojas.28 Los ajos se pueden plantar en primavera o en otoño, ya que la planta es perenne y resistente a las heladas. Existen numerosas variedades para los distintos tipos de plantación. Aun así, parece que el rendimiento es mayor cuando se planta en otoño.

 

 

Referencias

AJO, ALIUM SATIVUM / LILIACEAE (ALLIACEAE) Interempresas Media, S.L Recuperado de: https://www.frutas-hortalizas.com/Hortalizas/Origen-produccion-Ajo.html#:~:text=Ajo%20%2D%20Origen%20y%20producci%C3%B3n&text=El%20ajo%20es%20cultivado%20desde,cultivado%20sobre%20todo%20en%20Asia.   Consultado el:20/04/2021

El ajo/Offarm. Elsevier. Recuperado de:https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-el-ajo-13097334. Consultado el: 20/04/2021

Ajo cruedo. Fundación Salud y Alimentación. Recuperado de : https://www.diet-health.info/es/recetas/ingredientes/in/nu3199-ajo-crudo?gclid=CjwKCAjwmv-DBhAMEiwA7xYrd1dI4N9FdN4stSEzhc91Zyq8m6rzP9dQ1VsD7KIzg7y1za7AvbmCEhoCqiAQAvD_BwE.  Consultado el:20/04/2021

Escrito por Fabiola Flores

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