Primicias24.com- El investigador veterano de los coronavirus y profesor de la Escuela de Salud Pública Global Gillings de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), Ralph Baric, quien en 2015, demostró que los coronavirus similares al que causa el SARS (síndrome respiratorio agudo severo) y que provienen de los murciélagos grandes, representaban una amenaza de un nuevo brote, trabaja arduamente para hallar la cura del COVID-19.
En 2002 y 2003, el SARS, que se originó en estos mamíferos voladores, se extendió por China y otros países, cobrándose la vida de unas 800 personas.
El estudio de hace cinco años, del que informó el científico, alertaba sobre un riesgo potencial de la reaparición del SARS-CoV de los virus que circulan en poblaciones de murciélagos, además de hacer énfasis en que el nuevo virus sería capaz de transmitirse directamente de murciélagos a humanos.
A principios de este año, al confirmarse el nuevo brote del virus de la misma familia, Baric “se sorprendió” al ver lo rápido que se propagaba. En febrero, recibió una muestra del virus en su laboratorio en la Universidad de Carolina del Norte y empezó a probar posibles fármacos, con el fin de inhibir la enfermedad dentro de las células pulmonares humanas en un tubo de ensayo.
“El objetivo de nuestro programa es encontrar inhibidores de base amplia que funcionen contra todo en la familia de los virus”, explicó Baric, citado por Bloomberg.
Por ahora, expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), informaron que el remdesivir (medicamento antiviral), de la empresa estadounidense de biotecnología Gilead Sciences, ideado con la ayuda de Baric, es el agente más prometedor identificado hasta ahora contra el COVID-19.
