El ataúd se encontraba enterrado a poco más de medio metro de profundidad y orientado hacia el suroeste
Primicias24.com- Tras varios años de estudio, un equipo de investigadores rusos descubrió que los restos de una momia enterrada hace 2.600 años y hallada en 1988 pertenecían a una guerrera escita de 13 años de edad.
Los arqueólogos encontraron los restos en tan buen estado que se les hacía posible identificar un lunar que tenía en su rostro.
Pero el hallazgo no termina ahí, y es que en el cuerpo tenía una costura áspera en la piel de la zona del abdomen que indicaba un intento de momificación artificial. Sin embargo, al principio no se encontró ningún signo de que se tratara de una mujer.
«Recientemente tuvimos la oportunidad de realizar pruebas para determinar el sexo, la edad y la afiliación genética de la guerrera enterrada», afirmó Marina Kilunóvskaya, quien participó en la expedición arqueológica.
Finalmente, luego de un análisis genético exhaustivo «nos complace decir que hemos logrado obtener un resultado impresionante», agregó el experto.
El cuerpo fue enterrado entre finales del siglo VII y principios del siglo VI a. C. junto con varias armas, que incluían un hacha, un arco de abedul y un carcaj con diez flechas de unos 70 centímetros de largo, dos de madera, una con punta de hueso y el resto con cabezas de bronce, recoge el estudio publicado en la revista Archaeology and Cultural Anthropology.
«El entierro de la niña con armas da una nueva pista de la estructura social de la sociedad nómada primitiva», explicó Kilunóvskaya.
Para el experto, este descubrimiento abre un nuevo aspecto en el estudio de la historia social de los pueblos escitas y «nos devuelve involuntariamente al mito de las amazonas que sobrevivió gracias a Heródoto», subrayó.