Desde 1941 se encuentra en territorio español tras un intercambio artístico con Francia
Primicias24.com- Se trata de un busto que representa a una dama ricamente ataviada , cuyo muestra unas facciones perfectas. Esta escultura se conoce bajo el nombre de “La Dama de Elche” y fue descubierta el 4 de agosto de 1897 por el joven Manuel Campello Esclápez.
Realizada en piedra caliza, se estima que pertenece a los siglos V y IV Antes de Cristo. En su cabeza sobresale un tocado compuesto por una tiara cubierta por un velo, una diadema sobre la frente y en los laterales, dos rodetes que enmarcan el rostro y en los que iría recogido el peinado.
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En medio de una serie de labores agrícolas, un joven Manuel Campello Esclápez, que estaba ayudando a su familia, tomó un pico y empezó su trabajo, pero al poco rato, se encontró con una piedra que, una vez logró sacarla, resultó ser el rostro de una figura.
Al percatarse de aquello, avisó al resto de sus compañeros, siendo Antonio Maciá, quien terminó de extraerla.
Era una escultura que se encontraba asentada sobre una base de losas de piedra que por la parte delantera se encontraba cubierta de tierra mientras que la espalda y los laterales se encontraban protegidos con más losas.
Luego de avisar al capataz, Antonio Galiana Sánchez, decidieron esperar al dueño del terreno, el doctor Manuel Campello, quien ordenó de inmediato trasladar aquel busto hasta su casa en Elche.
Sin embargo, la noticia corrió rápidamente y para facilitar a los vecinos que iban a contemplar la escultura, el doctor decidió instalarla sobre un mueble en uno de los balcones que daba a la calle.
Unos días después del hallazgo, Pierre Paris, arqueólogo y profesor de la Universidad de Burdeos, llegó a Elche para disfrutar de las fiestas de la Asunción, llegando junto a Pedro Ibarra, quien lo había invitado a la ciudad, hasta la casa del doctor Campello para contemplar la pieza.
Allí, Pierre Paris envió una foto hacia el Museo de Louvre en la capital francesa, dando así inicio a los trámites para la compra de la pieza por parte del museo, quien terminó pagando 4 mil francos, aunque en un principio, el doctor Campello se mostró reticente a la operación.
El contrato de venta fue firmado el 18 de agosto de ese año y la escultura salió de Elche hacia Alicante el 30 de agosto, donde fue embarcada con destino a Marsella.
Hoy la escultura forma parte de los fondos del Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid, luego que en 1941, como parte de un intercambio de obras de arte entre España y Francia, esta regresara junto a otras obras, depositándose en el Museo del Prado.