Primicias24.- Es una de las monedas más devaluadas del planeta, pero el bolívar en efectivo sigue siendo imprescindible en la Venezuela dolarizada de facto, puesto que resuelve las operaciones de menudeo ante la escasez de divisas, fundamentalmente dólares, de baja denominación.
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La encargada de un negocio, quien prefirió no identificarse, dijo que los consumidores pagan en moneda local todo lo que cuesta menos de cinco dólares, sobre todo con los billetes reciclados de 500.000 y un millón de bolívares, equivalentes, de facto, a 0,5 y un bolívar respectivamente, tras la reconversión monetaria del pasado octubre, que amputó seis ceros a la moneda.
“La gente compra (con bolívares) las cosas mínimas, (…) pagan el suero (crema de leche) que cuesta 3,50 bolívares, lo más económico, o unas bolsitas de café de 100 gramos que están en 2,5 bolívares”, dijo a Efe Yenifer Pérez, vendedora en otro comercio de Quinta Crespo.
DINERO CIRCULANTE
El 8 de marzo de 2021, el Banco Central de Venezuela (BCV) emitió tres billetes para ampliar el cono monetario entonces vigente, que fueron los de 200.000 bolívares, 500.000 bolívares y de un millón de bolívares.
A excepción del de 200.000, hoy, un año después, son los que más circulan en la calle, incluso más que los nuevos billetes emitidos cinco meses atrás como parte de la reconversión, la tercera en este siglo.
Según la data del BCV, aún después de implementada la reconversión, se continuó poniendo en circulación nuevas piezas de las viejas denominaciones de 500.000 y un millón de bolívares.
Entre octubre y noviembre, entraron en circulación 52 millones de piezas del billete de 500.000 y 56,2 millones de piezas del de un millón.
En cambio, en las estadísticas del Banco Central no hay reportes de haber emitido piezas de las nuevas denominaciones de 20, 50 y 100 bolívares presentados para la reciente reconversión, lo que explicaría la falta de estos billetes, que comerciantes y consumidores aseguran no haber visto tras cinco meses de supuestamente haber entrado en circulación.
Y los billetes más viejos, de conos monetarios anteriores, quedaron reducidos a material de manualidades, papelería, lienzo y para la elaboración de disfraces.
Fuente: EFE