Primicias24.com La columna obrera y campesina del Movimiento REDES se siente en el deber de compartir una serie de reflexiones acerca de la coyuntura política y electoral que vive el país y que nos obliga a proponer la revisión de decisiones de nuestro movimiento.
REDES se ha caracterizado por ser una fuerza popular que busca el empoderamiento del pueblo. Somos un movimiento de movimientos. Nuestra sólida unidad interna es producto del debate fraternal y profundo que construye la confianza mutua, el compromiso y la lealtad. Creemos firmemente que solo el pueblo salva al pueblo, como dijera Gaitán.
Desde nuestra área de acción que está en las fábricas de las empresas públicas y privadas, en las aulas de clase y los pasillos de las escuelas, liceos y universidades, en el transporte público, en el campo labrando la tierra que da de comer a nuestra gente, en las calles, en fin, en cada espacio donde nuestro pueblo trabajador defiende su vida, lo hace desde las luchas y esperanzas. Somos un pueblo que se niega a ser derrotado por la tristeza de un poder mal ejercido, seguimos resistiendo, perseverando y construyendo. Venimos de mil caminos y en REDES nos tejemos para encontrarnos.
Creemos que en esta coyuntura electoral que entra en su recta final, REDES debe asumir una posición responsable y revisar sus decisiones. Ajustarlas y corregirlas para poder avanzar. No podemos atascarnos en tácticas sin porvenir para nuestro pueblo.
En armonía con todos los movimientos que formamos parte de este proyecto político y en vísperas de las elecciones presidenciales de este año 2024, nosotros tomamos la decisión temprana de buscar un candidato que nos representara. Un candidato que se ciñera y correspondiera a ciertas características, apegado a nuestros valores organizacionales que están intrínsecamente atados a principios de orden constitucional, democráticos y bolivarianos.
Su perfil tenía que ser popular, alejado de la confrontación política y de la polarización que tanto daño le ha causado a nuestra patria. Queríamos y queremos un candidato sin identificación ni compromiso con los extremos.
En esa búsqueda nos fuimos acercando al candidato Benjamín Rausseo pensando que él podía encarnar el deseo de cambio de las grandes mayorías, tomando en cuenta que se trata de una figura que no viene precisamente del mundo político, sino de otras esferas de la vida pública nacional.
Nuestra aproximación nos llevó a apoyarlo en la espera de lograr un compromiso, no en torno a una figura sino a un programa que reivindique a los sectores populares que hoy luchan y demandan patria y calidad de vida.
En REDES creemos en la unidad desde los principios, no en la unidad boba que sigue a una figura y que convierte a las organizaciones en estructuras y movimientos unipersonales al servicio de un caudillo. Nosotros no asumimos una candidatura para convertirnos en fans de una celebridad o en adoradores ciegos y sumisos a una figura.
Eso, como movimiento, siempre lo hemos tenido claro.
Nosotros formamos parte de una corriente y una propuesta política que se asume como un movimiento de movimientos, cuya inspiración son los valores del pensamiento bolivariano y de la democracia avanzada, radical participativa y protagónica.
Por eso, desde la primera aproximación le solicitamos, al candidato Benjamín Rausseo, que nos hiciera conocer cuáles eran sus ideas fundamentales para ir construyendo coincidencias.
Durante más de un año y medio el candidato ha venido postergando las posibles respuestas y, pacientemente, nosotros hemos esperado sin respuesta alguna.
Durante todo un largo rato hemos pesquisado algunas de las pocas ideas sueltas del candidato en algunas entrevistas dispersas y nos hemos topado con ingratas sorpresas.
Sin ánimo de exigencias intransigentes y siempre desde la transparencia que nos caracteriza le hicimos saber al candidato que no estábamos de acuerdo con su posición, expresada en un Foro en la Universidad Monteávila, en la que afirmó que, de llegar a la Presidencia de la República, privatizaría la educación superior, o la haría paga.
Para nosotros el derecho a la educación gratuita en todos sus niveles está consagrado en el artículo 74 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
La educación gratuita y de calidad es un derecho ganado a sangre y fuego, por todos los venezolanos. Derechos adquiridos con la ofrenda de la vida de muchos jóvenes venezolanos que han luchado por este beneficio.
La privatización de la educación superior sería despojar a los más pobres de un derecho constitucional, y quitarles a los venezolanos la capacidad de formarse y de acceder a mejores condiciones de vida y de trabajo. Esta idea no solamente es violatoria de la Constitución Nacional, sino que conculca los derechos fundamentales de todos los venezolanos.
El sector educativo de la Columna Obrera y campesina de REDES, conformado por estudiantes, dirigentes obreros gremiales de la educación, ve con escándalo esta propuesta y desde hace más de un año solicitó al candidato que aclare este asunto que para nosotros es innegociable y de principios, le pedimos precisiones: ¿Fue un desliz? ¿Una malinterpretación? O si en todo caso, tal cual lo muestran los videos que han circulado en las redes sociales, se trata de una idea firme que el candidato sostiene, si es así, pues que lo explique.
La respuesta a nuestras dudas, a una espera paciente y respetuosa, ha sido el silencio.
Empeñados en la idea de la unidad y la construcción de una alternativa para el país tratamos de hurgar en viejos programas de entrevistas en los que participó en el pasado para descubrir su planteamiento.
En esa búsqueda, para nuestra sorpresa, nos encontramos cosas como que Benjamín Rausseo afirma ser admirador de Friedrich Augusto Von Hayek y la Escuela Austríaca de Economía.
Este investigador es un racista que opone el mercado a la democracia, afirmando que la democracia es un peligro para la libertad y el mercado. Esta corriente cree que la única manera de hacer posible la economía de mercado es conculcando la democracia reduciéndola a su mínima expresión.
Todo este pensamiento es inspirador de la Escuela de Chicago y los famosos “Chicago Boys” que fueron la base doctrinal del Gobierno de Margaret Thatcher y de Augusto Pinochet.
Por demás es sano recordar que estos personajes todavía son inspiradores de las corrientes neoliberales autoritarias y fascistoides que han arruinado África, América Latina y Europa. Es un pensamiento que, hasta los militantes de la derecha seria han negado y abandonado por su filo neofascista y porque sus resultados han sido fatídicos para los pueblos.
No conforme con esto, se dedicó a publicar y difundir una fotografía con el ahora presidente de Argentina, el economista Milei. Una triste figura del más rancio y cavernario pensamiento primitivo de la más atracada ultraderecha.
A la espera de las aclaratorias, indicamos en su momento a ustedes, nuestra respetada Dirección Nacional, que un programa al estilo Hayek, nos parece muy peligroso.
Ni el presidente Nicolás Maduro, ni María Corina Machado se han atrevido a tanto.
Hemos esperado por la necesaria aclaratoria y no ha llegado y creemos que no llegará, pues el candidato también ha afirmado que uno de sus mentores ideológicos es Miguel “paquetico” Rodríguez, responsable de El Caracazo y su secuela de dolor y muerte, y otro, Calderón Berti, vinculado a “La Gente de Petróleo” y a Guaidó.
OTRAS CONSIDERACIONES
En el plano político y estratégico queremos recordar que el Sr Rausseo y su equipo más cercano señaló en su momento que no participaría en las elecciones primarias de la oposición radical de derecha y de la noche a la mañana, sin consulta previa con sus aliados políticos, se sumó a esa propuesta, en contra de nuestra voluntad.
Sin embargo, mantuvimos nuestro apoyo leal, aunque bajo protesta, porque consideramos que inscribirse en las primarias significaba un retroceso para su imagen y para el proyecto que eventualmente podía representar. Además de comprometer y desdibujar nuestro perfil. Una jugada como esa no se correspondía con un discurso de unir y reconciliar al país, pues tomaba partido por uno de los dos extremos de la polarización.
Las primarias lo contaminaban al acercarlo y vincularlo a uno de los sectores extremos de la polarización precisamente a aquel sector que es responsable del paro petrolero, el golpe de Estado de abril de 2002. Las guarimbas, las sanciones y el robo de activos y recursos de la nación (asuntos sobre los cuales el candidato nunca se ha pronunciado).
Ir a las primarias fue un error estratégico.
Luego, el candidato se sabe derrotado por María Corina Machado y se retira de las primarias sin autocrítica ni explicación. Sin apelar a ningún razonamiento, siempre desde una actitud voluntarista y personalista. Sin asumir el costo político. Sin dar la cara. Siempre delegando, y siempre comportándose como una celebridad frívola de la farándula, ignorando sus responsabilidades dejando el asunto en sus agentes y representantes artísticos. La actitud sectaria del equipo que le ha rodeado es permanente, se trata de un primer anillo que no permite acceso, ni discusión alguna. Nunca se ha instalado realmente un verdadero comando de campaña y todas las decisiones las toman tres personas.
A pesar de estas señales, nos aguantamos, asumimos con disciplina el apoyo y nos movilizamos para contener la caída en picada de una candidatura sin propuesta ni discurso, sin programa ni recursos, e inclinada a la derecha.
Haciendo el esfuerzo supremo de convencer a la gente solo apelando a la simpatía superficial de una figura mediática.
Con este ir y venir, con la incertidumbre de las indefiniciones, llegamos a la inscripción del candidato ante el CNE.
Allí estuvimos. Escuchamos su discurso con atención. Ahí el candidato hizo un recuento de su vida, subrayó que ahora es empresario. Que ha triunfado y que quiere un país de empresarios. ¿Olvida el candidato que para que existan empresarios debe haber un pueblo trabajador que hoy no tiene garantías sociales? Una vez más el candidato divagó sin decir nada de la dolarizacion, la deuda, el salario de los trabajadores, la migración, la corrupción…
En fin, el candidato reafirmó su carácter neoliberal. Fue un discurso sin brillo, incoherente y con ideas inconexas. Habló de un país de empresarios como si no existiera ya una cúpula empresarial inescrupulosa y explotadora que se articula con el Gobierno para desconocer las reivindicaciones históricas de la clase trabajadora.
No hubo propuestas más allá de un mensaje infantil y egocéntrico.
Esperábamos de él un hombre de Estado, con la estatura y la madurez necesaria como para gobernar este país complicado y en conflicto.
Le otorgamos por largo tiempo el beneficio de la duda, pero esa fue la gota que derramó el vaso.
Bien vale reseñar esta anécdota: El Rector presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, fue mucho más generoso que el candidato al reconocer la presencia de distintas organizaciones que estaban dando su respaldo a Benjamín Rausseo. El candidato ni siquiera saludó a las personas que lo apoyan en su acto de postulación. Ni siquiera fue capaz de reconocer y mencionar a las organizaciones que durante año y medio hemos estado de manera decidida apoyado con fervor su candidatura. En el acto solo se refirió de manera excluyente a su partido CONDE. Esto lo entendemos como la reafirmación y confirmación del sectarismo y el desprecio que él y todo su equipo han mostrado por las distintas organizaciones que le apoyan.
Frente a esto, responsablemente, no queremos frustrar nuevamente las esperanzas del pueblo con una oferta engañosa.
Lo poco que conocemos de las ideas del candidato, las rechazamos y no las compartimos. ¡Ideas como las suyas las hemos enfrentado en las calles! Le hemos pedido ideas y debates, pero el candidato se niega. Al candidato no lo vemos en entrevistas, ni en programas de opinión, no presenta ningún documento, no presenta programa y en fin en esas condiciones se nos hace imposible convencer a nuestro pueblo para que siga a un candidato otorgándole un cheque en blanco, solamente por el hecho de ser una celebridad del pasado que utiliza su fama y simpatía personal para lograr dividendos políticos.
El pueblo quiere respuestas oportunas y efectivas. La gente no quiere una campaña vacía llena de jingles y eslóganes. Llena de videos con sonrisitas y abrazos a gente pobre, para que las imágenes digan que se es popular. El mundo está lleno de eso y el pueble no es bobo y ya se cansó de ser utilizado y manipulado.
El pueblo quiere un liderazgo verdadero, valiente, propositivo, comprometido, el pueblo quiere que se le resuelvan sus problemas, no que se le engañe mostrándole la posibilidad de un cambio que no es un cambio sino un retroceso.
No le vamos a vender al pueblo una esperanza que se transforme en traición y frustración. No le vamos a entregar a nuestro pueblo una manzana envenenada. Muy bonita por fuera, pero tóxica y mortal por dentro.
En ese sentido ratificamos nuestro compromiso de lucha con los trabajadores, con las mujeres, con los indígenas, con los jóvenes, con todos nuestros compatriotas.
Llamamos a todos nuestros compañeros a mantenernos unidos a entender que la lucha política es dinámica que la lucha política está llena de encuentros y desencuentros, quiebres, rupturas, recomposiciones, nuevos escenarios y acuerdos.
Así es la dialéctica del mundo social. Lo que era ayer ya no es hoy. Creemos que nuestro deber es mantenernos, siempre firmes y leales a nuestros principios a la defensa a nuestros pensamiento cívico, republicano y bolivariano de una democracia social de derecho y de justicia. La sociedad democrática no debe subordinarse ni al Estado ni al mercado, Estado y mercado deben estar al servicio de la sociedad y sus ciudadanos, porque repetimos, no se trata de seguir hombres, ya sabemos el daño que el caudillismo le ha hecho a nuestra Patria, se trata de que todos unidos construyamos un programa común de transición y una fuerza que nos acoja para dar al traste con este mal Gobierno y esta oposición radical de derecha fascista y entreguista.
Por todo lo anteriormente expuesto, con todo respeto, le manifestamos a nuestra Dirección Nacional, a nuestro dirigente insignia Juan Barreto, a todos nuestros compañeros nuestra disconformidad con el apoyo al candidato Benjamín Rausseo. Exigimos que este apoyo sea reconsiderado.
Creemos que debemos seguir en el esfuerzo por la defensa del voto y nuestra acción no está atada a un candidato. De apoyar a algún otro quandidato, esto debe quedar sujeto a los intereses supremos de nuestro pueblo. No volvamos a pegarnos a figuras aventureras que hacen de la política negocio o proyecto personal.
En este momento histórico el acto más revolucionario que podemos ejecutar es el voto. En eso creemos.
Debemos salir de este Gobierno con una acción sostenida, militante, y es el voto la herramienta que ha escogido nuestro pueblo para hacerlo, debemos estar con él.
Ya lo dijimos, ni cheque en blanco a un candidato, ni manzana envenenada a nuestra gente. Tampoco podemos decirle que vamos a “salir de Guatemala para entrar en Guatepeor”.
Se trata de generar una transición exitosa democrática y en paz, con un programa de reconciliación nacional que recoja los principios de la Constitución Bolivariana, que parta de la idea del reconocimiento del Estado social de justicia como dice la Constitución: Estado social de derecho y de justicia con respeto al libre mercado. Reconstruir las instituciones apelando al pueblo y sus intereses.
No podemos poner el mercado por encima de la gente no podemos subordinar los intereses de la nación al Fondo Monetario Internacional FMI, como postula el candidato. El programa no puede ser apertura al Fondo Monetario y al libre mercado a costilla de la reducción de los derechos sociales y sin garantías a los trabajadores.
En este sentido no podemos acompañar a un candidato que defienda estas ideas.
Por eso solicitamos que sea revisado el apoyo electoral a Benjamín Rausseo en nuestra próxima reunión del Consejo Político Nacional, ya suspendido dos veces. La columna obrera de REDES considera que no hay una armonía del planteamiento y de la acción del candidato con nuestros principios y valores. Un candidato que sonríe pero que está de espaldas a la gente, no nos representa.
Nuestro pueblo es gente pensante que no se deja arrastrar por las emociones que pueda producir una figura carismática.
Militando en la esperanza por construir un mejor país para todos los venezolanos, nos despedimos hasta el próximo encuentro sumergidos en la lucha de nuestro pueblo.
Columna obrera y campesina de REDES
