Primicias24.com- La mayoría de los seres humanos son adictos a limpiarse los oídos mínimo tres veces por semana, aunque esta podría no ser la opción correcta para lograr una máxima higienización de la zona.
Según un estudio reciente del Nationwide Children´s Hospital de Estados Unidos reveló que unos 12,500 menores de 18 años acuden cada año a emergencia por heridas en el oído relacionadas con el uso de hisopos. El equivalente a 34 por día.
El 73% de esas lesiones ocurrieron durante la “limpieza de oídos”, un 10% mientras jugaban y otros casi 10% se debieron a caídas cuando tenían los hisopos insertados en la oreja, según el estudio, publicado en la revista Journal of Pediatrics
De hecho, el bloqueo que causa el empuje del hisopo sobre la cera es una de las principales causas de la pérdida de audición. Las orejas funcionan de tal forma que la cera que sobra es eliminada, siempre y cuando se encuentran saludables.
¿Por qué no hay que limpiarse los oídos?
Mucha gente cree que la cera del oído es algo sucio, desagradable o innecesario y que se tiene que limpiar regularmente. Pero lo cierto es que está ahí por un motivo y si la retiramos, estamos interfiriendo con un proceso natural y necesario de nuestro cuerpo. Producimos cera para mantener los oídos lubricados, limpios y protegidos de agentes externos.
De una manera natural y continuada el oído se va autolimpiando desde adentro hacia afuera.
La Academia Estadounidense de Otorrinolaringología recomienda:
1. No introducir en el oído nada que sea más pequeño que un codo: ni hisopos, ni llaves, ni palillos, ni pinzas.
2. No usar velas para limpiar los oídos.
3. No limpiarse excesivamente para no causar una irritación de la piel ni aumentar la acumulación de cera.
4. Consultar con un médico si tienes síntomas como pérdida auditiva, dolor o sensación de oído tapado. El sangrado no es síntoma de un tapón de cera y también debe ser evaluado por un médico.
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