Primicias24.com- La calidad y el aspecto de la piel van evolucionando con el paso de los años, de poco sirve obsesionarse por recuperar la tersura y suavidad de los veinte años. Sin embargo, es posible mantener una piel bonita y sana también en la madurez sin necesidad de invertir grandes sumas en tratamientos de belleza.
Los cambios propios de la menopausia se reflejan en la piel, que pierde elasticidad e hidratación. La disminución de estrógenos da lugar a una pérdida de colágeno, el encargado de dar espesor a la piel. Por eso, a partir de los 45 años aproximadamente, muchas mujeres notan que su piel se vuelve más fina, quebradiza, seca y, por tanto, más vulnerable ante los efectos nocivos del sol.
Especialistas recomiendan disminuir el tiempo de exposición al sol y evitar las horas de radiación más intensa (entre el mediodía y las cuatro de la tarde); Utilizar cremas de protección solar; Aplicarse crema hidratante reparadora para después del sol, tanto en la cara como en el resto del cuerpo; Tomar abundante líquido (en verano, al menos dos litros) para mantener la piel hidratada desde dentro.
De acuerdo al portal web Sabervivir.es, el cabello también se ve afectado por el “maltrato” que le dan las personas (exposición al sol, baños, lavados frecuentes), en articular si lo tienen seco, a lo que se suma una mayor sudoración.
Por eso, es muy importante utilizar un gel de baño suave para la higiene corporal, expertos recomiendan los champús neutros que incorporan sustancias hidratantes para evitar que el cabello y el cuero cabelludo se deterioren.
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