Primicias24.com.- Un grupo de científicos del King’s College de Londres, Reino Unido, descubrieron que una bajada en el nivel de azúcar en sangre provoca un apetito considerable en las personas.
Esto explica por qué algunos individuos siempre tienen ganas de comer. Para ello, los investigadores realizaron pruebas de glucosa en sangre a 1.070 voluntarios dos veces al día después de comer y una vez en ayunas durante dos semanas.
Los participantes dieron cuenta de cuándo les entraba hambre, del grado de apetito, de la hora de comer y de los alimentos que consumían. Así, los voluntarios desayunaban con bizcochos que contenían la misma cantidad de calorías, pero se diferenciaban en el contenido de proteínas, carbohidratos, grasas y fibras.
Los científicos establecieron en sus investigaciones más tempranas que el máximo aumento en el nivel de azúcar en sangre ocurría durante las primeras dos horas después de comer.
El equipo determinó en su nuevo estudio que algunos de los individuos presentaban caídas en el nivel de glucosa dos o cuatro horas después del pico.
Precisamente dicho grupo tenía más hambre y comía más a menudo que los demás. Sus intervalos entre comidas eran más breves que en el caso de quienes no experimentaban tanto apetito.
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Además, estos voluntarios ingerían unas 312 kilocalorías más. Los científicos sospechan que esta circunstancia hace que ganen nueve kilos más al año.
Así que los investigadores creen que una caída brusca del nivel de azúcar influye en la sensación de hambre.