Se destacó además como diplomático en diversos países y presenció el inicio de la Segunda Guerra Mundial
Primicias24.com- Considerado como uno de los principales representantes de la llamada Generación de 1918, la cual es el punto de partida de la literatura venezolana contemporánea, el 30 de julio de 1981 muere en Caracas Fernando Paz Castillo.
Educador, poeta, crítico literario, diplomático y fundador del Círculo de Bellas Artes, comienza a definir su gusto por la literatura y su vocación literaria gracias a la biblioteca de sus padres, Ignacio Paz Castillo y Luisa Aristiguieta.
Lea También: 30 de julio: Día Internacional de la Amistad
En 1912, abandona su carrera en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela (UCV), debido a la clausura de la institución, por lo que decide darse a conocer como poeta en la revista Cultura, de la cual era cofundador.
Durante ese mismo año, figura entre los fundadores del Círculo de Bellas Artes y para 1914 decide mudarse a Los Teques, donde gracias a los alrededores campesinos, obtiene gran influencia para el paisaje poético de su obra.
Entre 1922 y 1936, Paz Castillo ejerce la docencia en el Instituto San Pablo de los hermanos Roberto y Raimundo Martínez Centeno y en la Escuela Normal de Varones, que después se le conocería bajo el nombre de Escuela Normal Miguel Antonio Caro.
Entre sus amistades se encuentra Rómulo Gallegos, a quien sugiere el tema central que el novelista desarrolla después en La Trepadora (1925), de la cual, la primera edición le guarda una dedicatoria.
Como diplomático, representó a Venezuela en España (1936), Francia (1937), Argentina (1938), Brasil (1939), Inglaterra (1940-1944), México (1944), Bélgica (1945-1948), Italia (1948), Ecuador (1949-1953), Canadá (1953-1958) y nuevamente Ecuador (1958-1959).
Desempeñándose como cónsul general de Venezuela en Barcelona, España, Paz Castillo presencia los primeros inicios de la Guerra Civil española y más tarde, ubicado en Londres, en función de primer secretario y consejero, padece los bombardeos de la aviación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
No es sino hasta 1959 que se retira de forma definitiva del servicio en el extranjero, por lo que decide residenciarse en Caracas, donde comienza a colaborar frecuentemente con periódicos y revistas literarias.
Allí, se dedica a escribir numerosos poemas y prólogos muy densos, publica libros de poesía y de crítica literaria e ingresa como individuo de número en la Academia Venezolana de la Lengua el 28 de octubre de 1965 y dos años más tarde, en 1967, recibe el Premio Nacional de Literatura.