En su tierra natal (Argentina), es reconocido como el “Padre de la Patria”; en Perú, como “Fundador de la Libertad” y en Chile, como “Capitán General”
Primicias24.com- El 17 de agosto de 1850, falleció repentinamente en Francia, el General José de San Martín; libertador de su país, Argentina; además de Chile y Perú.
En su tierra natal es reconocido como el “Padre de la Patria”; en Perú, se le recuerda con los títulos de “Fundador de la Libertad”; “Fundador de la República” y “Generalísimo de las Armas”; mientras que en Chile, su ejército lo destacó con el grado de Capitán General. Nació en Yapeyú, Argentina, junto al río Uruguay.
Sus padres fueron Juan de San Martín, para entonces gobernador del departamento y su madre, Gregoria Matorras, sobrina de un conquistador del Chaco.
En 1784, José de San Martín se marchó a España junto con su familia, donde estudió en el Seminario de Nobles de Madrid y posteriormente, en 1789, emprendió su carrera militar en el Regimiento de Murcia, para luego servir en las filas de España durante las guerras contra los franceses y en 1808, firmar parte del combate en la “Batalla de Baylén” contra los ejércitos de Napoleón que invadieron la Península.
Pasos firmes hacia la independencia
En Cádiz, conoció a otros militares suramericanos y se enlistó en las logias que promovían la idea de Independencia. Fue en 1811 cuando renunció a su carrera militar en España y se enrumbó desde Inglaterra hacia el Río de la Plata, a donde llegó el 9 de marzo de 1812 acompañado por otros patriotas.
El Gobierno independiente de Buenos Aires, aceptó los servicios de San Martín, luego de reconocer su grado de teniente coronel, además de designarle la tarea de crear un cuerpo de combate que luego sería el glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo.
El mismo año, José de San Martín se casó con María de los Remedios de Escalada, quien pertenecía a una distinguida familia del país, y creó la logia Lautaro, cuyo objetivo era liberar Suramérica del yugo español.
Cuatro años después, José de San Martín envió por la provincia de Cuyo, delegados al Congreso que se reunieron en Tucumán con órdenes de insistir en la Declaración de la Independencia argentina, del yugo español, misma que se proclamó el 9 de julio de ese año. Mientras desde Mendoza, el prócer, preparaba a su ejército, con escasos medios su ejército, por lo que todo el pueblo decidió contribuir, tanto con trabajo como con sus bienes para emprender la peligrosa expedición.
El 12 de febrero de 1817 tuvo lugar una confrontación bélica fundamental para lograr la Independencia de Chile. Se formaron tropas de las Provincias Unidas del Río de la Plata y de chilenas exiliadas en Mendoza, y el Ejército Realista, la victoria quedó en manos del bando independentista comandado por el general José de San Martín.
El 20 de agosto de 1820, el ejército expedicionario argentino chileno marchó desde el Puerto de Valparaíso hasta el Perú. A mediados del año siguiente, entró ganador a la ciudad de Lima, mientras proclamaba finalmente la esperada Independencia, fue desde entonces designado Protector del Perú y ejerció el Gobierno.
El 26 de julio de 1822, se dio un encuentro memorable para la Historia de América del Sur. José de San Martín se reunió con Simón Bolívar en la ciudad de Guayaquil, hoy Ecuador. Los dos libertadores de Sudamérica, del norte y del sur, conversaron en secreto por más de cuatro horas y San Martín retornó a Lima la noche del mismo día.
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Meses después, el 20 de septiembre de ese mismo año, se reunió en Lima con el primer Congreso del Perú, y San Martín, el Protector del Perú, decidió renunciar a su cargo.
En 1829, tuvo su última tentativa de regreso a Buenos Aires, movido por la intención de mediar en el devastador conflicto entre Federalistas y Centralistas; pero, al llegar allí, se dio cuenta de que su patria estaba en un grado demasiado alto de descomposición a causa de innumerables luchas y matanzas, que, profundamente decepcionado, desistió de dicho intento. A pesar de la insistencia de varios amigos, no quiso volver a poner un pie en la Costa argentina, nunca más.
A petición del mismo José de San Martín, en vida, sus restos fueron trasladados el 28 de mayo de 1880, durante la gestión del presidente Nicolás Avellaneda, a la Capilla Nuestra Señora de la Paz, ubicada en la Catedral Metropolitana.