Primicias24.com- Holger Hofmann, profesor de física de la universidad de Hiroshima, Japón, lideró un estudio para determinar si la curiosidad realmente mató al gato de Schrödinger.
El gato de Erwin Schrödinger es un experimento imaginario concebido en 1935 por el físico austríaco. Se trata del encierro de un felino y un matraz con veneno y una fuente radiactiva en una caja sellada. Además, en la misma caja se pone un mecanismo capaz de abrir el matraz en caso de desintegración radiactiva del átomo.
De esta manera, de acuerdo con los principios cuánticos, el gato está al mismo tiempo vivo y muerto. De ahí se originó el término ‘superposición cuántica’, que es el conjunto de todos los estados en los que puede encontrarse simultáneamente el gato, sostiene un artículo científico de Sputnik.
Ahora bien, los nuevos estudios revelaron un forma de ver el estado del gato sin necesidad de abrir la caja que podría matarlo, “la principal motivación fue observar muy de cerca la forma en que se realiza una medición cuántica” dijo Hofmann.
El punto clave es la separación de la medición en dos pasos. En otras palabras, digamos que el gato todavía está en la caja, pero en lugar de mirar dentro para determinar si está vivo o muerto, se coloca una cámara fuera de la caja que de alguna manera puede tomar una foto dentro de ella.
Una vez tomada la foto, la cámara tiene dos tipos de información: cómo cambió el gato como resultado de la foto (lo que los investigadores llaman una etiqueta cuántica) y si el gato está vivo o muerto después de la interacción.
Todavía no se ha perdido nada de esa información. Y dependiendo de cómo elijas “desarrollar” la imagen, obtendrás una u otra información, explica el científico.
“Lo que me sorprendió es que la capacidad de deshacer la perturbación está directamente relacionada con la cantidad de información que se obtiene sobre lo observable” o la cantidad física que se está midiendo, evaluó Hofmann. “Las matemáticas son bastante exactas aquí”, concluyó.