Los padres deben tratar de preguntar datos sobre esta situación de una forma natural
Primicias24.com- Suelen aparecer entre los dos y los nueve años de edad, y son capaces de hablar, reír o hacer una infinidad de gestos en la interacción entre el niño y su amigo imaginario.
Además, juegan un papel fundamental en la vida de los pequeños puesto que funcionan como un “Yo auxiliar”, razón por la que los especialistas destacan que se trata de una forma de no sentirse en soledad.
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También es la forma en que los niños resuelven esa necesidad de tener a alguien con quien jugar y compartir. Asimismo, es una forma de jugar para desarrollar y aprender habilidades de convivencia.
“Un Yo auxiliar o complementario que ayuda al niño a veces a reflejarse y otras a confrontarse consigo mismo”, expresan los expertos.
Resaltan que lo que sucede con el niño es que experimenta mantener el control de la situación en donde se refleja.
Ante esto, los padres deben acostumbrarse a ayudarles para que se mantenga sano el desarrollo emocional del niño, por lo que se le recomienda a los padres que traten normal a los niños y le pregunten de manera natural, sobre ese amigo imaginario.
Es también importante preguntarles a qué juegan cuando le acompaña y el nombre del amigo, todo a manera de juego para que el infante logre fluir en sus respuestas.