Primicias24.com- El clima político y social que vivió Venezuela aquel 21 de febrero de 2014, donde reinaron las protestas en todo el territorio nacional afectó de manera significativa no solo los ámbitos antes mencionados, sino también en el plano económico y de otras índoles.
El deportivo, por supuesto, no fue la excepción y una de las disciplinas que más perjudicada se vio debido a este clima fue el fútbol, ya que como deporte que abarca una temporada durante todo el año, debía completar su calendario.
Sin embargo, muchos jugadores, amparados por la Asociación Única de Futbolistas Profesionales de Venezuela, AUFPV, decidieron no presentarse ni a los entrenamientos, ni mucho menos a los encuentros a disputarse los fines de semana.
Dicha decisión conllevó a la Federación Venezolana de Fútbol, FVF, entonces comandada por Rafael Esquivel, a emitir un comunicado en el cual su junta directiva informaba sobre lo que habían acordado desde el ente rector del balompié en el país.
Por medio de la Resolución N° 003/2014, y en respuesta a la solicitud de “un número considerable de equipos de Primera y Segunda División” que participaban en la Temporada 2013-2014 de la Liga Movistar se acordó que “en caso de no contar con el número de jugadores convocados, la nómina podrá ser completada con jugadores de los equipos filiales Sub-18 y Sub-20”.
Una vez conocida esta decisión, desde los medios de comunicación y las aficiones venezolanas se comenzó a gestar una serie de inconformidades respecto a la Resolución, ya que esto pondría en peligro a los jugadores más jóvenes.
A partir de ese momento, la tan grabada jornada fue guardada en la mente de todos los amantes del fútbol nacional como un momento único y que trajo obtendrá muchos resultados adversos sobre en conjuntos que peleaban por el liderato de la tabla.
