Primicias24.com- El 29 de marzo de 1886, a los 113 años de edad, falleció la Negra Matea, nana del Libertador Simón Bolívar, quien lo llenó de amor, cuidados y sembró en él, los valores humanísticos fundamentales.
Nació en San José de Tiznado, estado Guárico, el 21 de septiembre de 1773. Hija de esclavos, fue a vivir desde muy joven al hato El Totumo en San Mateo, perteneciente a los Bolívar.
Tenía el apellido Bolívar porque los esclavos asumían el de sus amos, según la costumbre de la época. Se hizo cargo de los quehaceres de la hacienda y de cuidar al niño Simón.
Tras cuidar a Simón Bolívar (1783-1830), años después lo recibió recién casado, en 1802, con María Teresa del Toro y Alaiza (1781-1803); y se fue a trabajar para los nuevos esposos en la hacienda de San Mateo, en Aragua.
Cuando finalizó la invasión y masacre de Boves a Caracas (1782-181), Matea, por decisión de Bolívar acompañó a María Antonia Bolívar (1777-1842) durante el exilio en el Caribe. Vivieron en Cuba y regresaron a su país, en 1821, después del triunfo de Bolívar en la segunda Batalla de Carabobo, el 24 de junio.
Matea, jamás abandonó a la familia Bolívar. Estuvo presente murió el Libertador, en Santa Marta, Colombia, el 17 de diciembre de 1830. Posteriormente, vivió en la casa de María Antonia Bolívar Palacios, esposa de Pablo Clemente y Palacios; y a su muerte, se quedó en la residencia de la hija de María Antonia, Valentina Clemente de Camacho.
En vida y más allá
En 1842, la Negra Matea estuvo al lado del Presidente José Antonio Páez (1790-1873), para recibir los restos del Libertador, provenientes de Colombia. Posteriormente, acompañó al Presidente de Venezuela, Antonio Guzmán Blanco (1829-99), para el el traslado de los restos de Bolívar, desde la catedral de Caracas hasta el Panteón Nacional, el 28 de octubre de 1876.
Matea Bolívar, falleció en Caracas, el 29 de marzo de 1886. Sus restos reposaron en la bóveda de los Bolívar en la Catedral de Caracas hasta el 8 de marzo de 2017, cuando junto a los de Hipólita Bolívar (1763-1835) y los de la Jefa Apacuana, fueron trasladados al Panteón Nacional.
