Su producción artística se hace ícono de Caracas en la serie de esculturas de la conocida Fuente de Las Toninas y en Plaza O’Leary de El Silencio
Primicias24.com- El 7 de julio de 1982 falleció en Caracas Francisco Narváez, reconocido pintor y escultor oriundo de la ciudad de Porlamar, estado Nueva Esparta.
La principal característica de su obra es que aplicó el indigenismo y lo abstracto-constructivo, ejemplo de eso, son las esculturas ubicadas en la Fuente de Las Toninas, en Plaza O’Leary de la ciudad capital.
Según expertos e historiadores, Narváez le dio un giro a la escultura en Venezuela.
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Estudios formales en la pintura
El reconocido escultor, cursó sus primeros estudios en la pintura en la Academia de Bellas Artes de Caracas en los años de 1920, sin embargo, en 1928 se fue a Paris, Francia, a fin de cursar estudios y reforzar sus técnicas en la Academia de Julian, lugar en el que entró en contacto con el movimiento artístico de Montparnasse.
Algunos de los pintores que influyeron en su formación son Raoul Dufy; Chaime Soutine, Amadeo Modigliani, en la pureza lineal de sus grandes planos y Moisés Kisling, en la sensualidad de las curvas y de la materia y en la forma de trabajar el objeto para hacerlo atractivo.
Retorno a Venezuela
En 1931, Narváez regresó a Venezuela y creó por primera vez en el país un lenguaje escultórico propio, asociado a las raíces nacionales, exaltando y valorando además la belleza de sus elementos étnicos.
Al ganarse el reconocimiento de la ciudadanía y autoridades, en 1934, se le encargó la realización de la fuente de Parque Carabobo en Caracas, además entre los años 1937 y 1939, por recomendación del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, realizó varias obras de relieve para las fachadas de los museos de Bellas Artes y de Ciencias Naturales de Caracas.
A nivel internacional, Narváez se dirigió en 1939 a Nueva York, Estados Unidos (EEUU) para decorar el Pabellón de Venezuela en la Feria Mundial de esa ciudad.
Reconocimientos y otras grandes obras venezolanas
Durante los 1949 y 1952, ejecutó varias obras para la Ciudad Universitaria de Caracas, en esos mismos años inició la escultura ecuestre del general Rafael Urdaneta ubicada en la plaza La Candelaria de Caracas.
Por su gran trayectoria fue escogido en 1954 para representar a Venezuela en la Bienal de Venecia, Italia.
Fue galardonado en Venezuela en el año 1948 con el Premio Nacional de Pintura en el Salón IX Oficial de Arte Venezolano.
Se dice que, Narváez fue el primer escultor venezolano en romper todas las reglas académicas existentes, destacando como impulsor del uso de la variedad de maderas del país y el primero también en hacerlo en gran escala, con las piedras nativas: sobretodo con las de Cumarebo y Araya.
Para rendirle homenaje a su obra artística, en 1979 fue inaugurado el Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, en Porlamar, su ciudad natal.
