Su vida estuvo llena de tragedias, que lo hicieron apartarse de la vida pública
Primicias24.com- Uno de los nombres que más está asociado a los autos deportivos y a la Fórmula Uno es el de Enzo Ferrari, un joven italiano cuya vida fue un tortuoso camino lleno de trágicas muertes, graves accidentes provocados por sus carros de competición y la ruina económica.
Afectado por un gran cúmulo de desgracias, Ferrari decidió retirarse de la vida pública en medio de un apartamento que fue construido en la propia factoría de la que salían los bólidos dedicados a su escudería, hasta el 14 de agosto de 1988, día en que murió.
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Ferrari revolucionó el mundo del automovilismo pero él jamás aceptó que lo definieran como un triunfador ya que en su conciencia pesaba la pérdida de su esposa, la muerte de su hijo, la desaparición de su primera fábrica y todos los malogrados pilotos que habían sentado al mando de los automóviles que fueron la auténtica pasión que tuvo en su vida.
Con solo 10 años, su padre lo llevó a presenciar una carrera automovilística, lo que hizo que, a partir de ese momento, lo definiera como lo que quería hacer de cara al futuro, una afición que lo llevó a ser considerado como la oveja negra de la familia.
Proveniente de una familia acomodada, su padre tenía en mente que tanto Enzo, como su hermano Alfredino, heredaran el negocio familiar, razón por la que los puso a estudiar ingeniería mecánica.
El estallido de la Primera Guerra Mundial alteró todos sus planes. Tanto el padre de Enzo, como su hermano Alfredino, fueron movilizados para participar en la guerra, lejos de la primera línea del frente. Sin embargo, una epidemia de gripe fue la causa que acabó con sus vidas en 1916.
Esto hizo que el propio Enzo fuera llamado un año más tarde a filas, aunque regresó a su casa tras sufrir un fuerte cuadro de neumonía. A su vuelta, se encontró con la quiebra de la empresa familiar, por lo que decidió invertir gran parte del patrimonio que se salvó en preparar los Alfa Romeo de la época para la competición.
Para 1923, utilizó por primera vez el emblemático “cavallino rampante” como el emblema de sus vehículos y seis años más tarde, todavía corriendo con Alfa Romeo, crea la mítica Escudería Ferrari.
Este hecho hizo que la alianza con Alfa Romeo se rompiera en 1939, manteniéndose fuera del mundo de la competición por cuatro años. Tras el nacimiento de su hijo Alfredino, nombrado así en honor a su hermano, Enzo se volcó en el diseño y la fabricación de vehículos de competición.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el proyecto debió detenerse y la factoría Ferrari en Módena se convirtió entonces en una fábrica de armamento militar, siendo bombardeada en 1944, lo que obligó a Ferrari a trasladar sus instalaciones a Maranello.
Con todo yendo aparentemente bien, en 1956 se produce el fallecimiento del hijo de Enzo Ferrari, Alfredino, a causa de una distrofia muscular siendo considerado, con 25 años, para ser el sucesor en la factoría.
Aunado a esto, su esposa comenzó a padecer problemas mentales a causa del fallecimiento del joven Alfredino, lo que conllevó a que el matrimonio se separara. Un año después del fallecimiento de su hijo, Enzo sufrió otro duro golpe luego que el primer piloto español de Ferrari, el Marqués Alfonso de Portago, tuviera un acciente a 260 kilómetros por hora, que le causó la muerte junto a 10 espectadores.
Hasta 1957, un total de 50 personas habían muerto en accidentes donde había un auto Ferrari involucrado, lo que hizo que la justicia de Italia abriera una investigación al respecto y la prensa comenzara a excederse con la figura de Enzo Ferrari.
