Primicias24.com- Una expedición franco-venezolana el 27 de noviembre de 1951 descubrió las fuentes o el lugar del nacimiento del río Orinoco.
Es la fuente caudal más grande de Venezuela con una extensión de 2.063 kilómetros, noveno de Sur América, decimocuarto del continente americano y trigésimo octavo más largo del mundo.
Apolinar Díaz de la Fuente, al remontarse en 1760, habló de la cordilla de Parima, “de donde sale un despecho de agua que es el que da principio al Orinoco”; mientras, el francés Juan Chaffanjon afirmó en su obra “L’Orinoque et le Caura”, publicada en 1889 en París, Francia, haber encontrado el nacimiento del Orinoco en la Sierra Parima; pero lo cierto es que ellos, al igual que el expedicionario de límites José Solano y otros, se equivocaron.
La expedición franco-venezolana despejó la interrogante, integrada por 19 científicos, militares y 35 peones, encabezada por el capitán Franz Antonio Rísquez Iribarren, quienes tardaron ocho meses aproximadamente para remontar el Orinoco hasta sus fuentes.
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El nacimiento o cabecera del río fue fijado en un farallón de 75 metros de elevación y a una altitud de 1.047,35 metros de altitud en la frontera con Brasil. Según los relatos de los expedicionarios da la impresión de que las fuentes se escondieron en las entrañas del farallón.
Nace en la confluencia del Ugueto con el río Venezuela que en el Brasil son conocidos con los nombres de Brazo Principal y Brazo Secundario del Orinoco. Uno se dirige hacia el Este que es el Orinoco propiamente dicho, y el Ugueto, se dirige hacia el Sur.
La expedición franco-venezolana no solo tuvo la difícil misión de encontrar las fuentes del Orinoco sino que realizó a través de su lento recorrido múltiples investigaciones geológicas, arqueológicas, etnográficas, estudios geográficos y ecológicos de la flora y la fauna del arco orinoqueño.
