El primer libro de la saga Harry Potter pasó por diversas editoriales que la rechazaron
Primicias24.com- Considerada como la persona que logró que muchos niños y adolescentes alrededor del mundo prefirieran leer un libro antes que pasar una gran cantidad de horas muertas frente a la pantalla del televisor, el 31 de julio de 1965 nace en la localidad de Chipping Sodbury, cerca de Bristol, en Inglaterra, la escritora británica Joanne Rowling, más conocida como J. K. Rowling.
Célebremente conocida por escribir la saga literaria Harry Potter, que narra las aventuras y peripecias de un joven mago que debe dividir su tiempo entre formarse como hechicero y derrotar al malvado mago tenebroso Lord Voldemort, Rowling pasó su infancia cambiando de residencia constantemente debido al trabajo de su padre, un hombre que se desempeñaba como ingeniero en la compañía Rolls-Royce.
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Luego de vivir brevemente en Yate, los padres de Rowling decidieron mudarse a Winterbourne, entorno donde se fueron forjando los primeros recuerdos de la pequeña Joanne, quien fue convirtiéndose en una apasionada a guardar nombres extraños para sus personajes o lugares a la hora de escribir.
A los 26 años, tras vivir una serie de dificultades en diversos empleos, decidió marcharse al extranjero, donde enseñaría inglés, llegando así a Lisboa, Portugal.
Fue allí donde conoció a Jorge Arantes, un periodista de la televisión portuguesa con quien se casó en 1992, teniendo una hija. Sin embargo, el matrimonio no prosperó y pronto terminaron divorciándose.
En 1996, Joanne decide regresar a Gran Bretaña, instalándose en la ciudad de Edimburgo, en Escocia, lugar al cual llegó con la firme intención de acabar de escribir y posteriormente publicar el primer libro de Harry Potter, historia imaginada muchos años atrás mientras viajaba en tren desde Manchester hasta Londres.
El manuscrito lo terminó cinco años después de empezado, tras recibir una beca del Scottish Arts Council, tras mucho tiempo “malviviendo” junto a su hija en un pequeño apartamento sin calefacción.
Rowling comenzó a buscar en diversas editoriales prestigiosas como Penguin y Harper Collins para publicar Harry Potter y la piedra filosofal, aunque no tuvo mayor suerte hasta 1997, cuando la pequeña editorial británica Bloomsbury decidió publicar el libro.
Pocos meses más tarde, la Scholastic Press compró los derechos para Estados Unidos por una cifra bastante grande para un libro infantil, lo que conllevó a que la escritora comenzara a ser popular en su propio país.
